El mandatario asumirá el poder hasta 2018 de la economía más importante de Latinoamérica. El equipo encargado de este sector que él mismo construyó durante estos meses, previo a la destitución definitiva de este miércoles, es considerado de prestigio, pero con la obligación de cumplirles a quienes lo apoyaron en este nuevo cargo como Jefe de Estado.

Según T13, de Chile, el mayor desafío será pasar de un modelo de gran intervención de la economía a uno con un sesgo liberal más alto.

“Con el país rumbo a su primer bienio recesivo desde los años 30, el equipo económico de Henrique Meirelles -jefe del banco central durante las presidencias de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010)- quiere frenar el gasto, flexibilizar el mercado laboral y reducir el costo de las jubilaciones”, asegura ese medio.

Está claro que Temer no la tiene nada fácil y la presión es grande. El ahora presidente de Brasil ha dicho que su propiedad es “la economía, la economía y la economía”.

En línea con esto, explica América Economía, su tarea es ganarse la confianza y respaldo dentro y fuera de su país. Además, hacerle frente a la poca productividad que registra la economía brasileña desde hace varios meses.

Otro gran reto está en la restauración de equilibrios económicos que parecen ser el camino a seguir en ese país. Sin embargo, todas las iniciativas que se quieran poner en marcha en adelante requerirán de reformas constitucionales, agrega el medio chileno.

Sumado a lo anterior, el desempleo es uno de los grandes problemas que debe frenar Temer. En junio pasado, el indicador registró un récord de 11,3 %, en línea con una alta inflación que llega a los 8,74 %.

“El nivel de gasto público es insostenible y no hay opciones para resolverlo sin reformas. La llave hoy es el ajuste estructural. Si no lo consigue entraremos en una crisis más profunda”, aseguró a T13 Carlos Kawall, economista jefe del Banco Safra y exsecretario del Tesoro Nacional de Brasil.

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