Sin embargo, las alarmas están prendidas en Pedro Gómez & Cía, que esta semana entró a un sometimiento de control por parte de la Superintendencia de Sociedades.

Pese a que el patrimonio de la compañía aumentó un 245 % entre 2011 y 2014, sus pasivos ahora aumentaron un 77 % y las ganancias se cayeron en más de 40 %.

“En los últimos resultados financieros reportados a la Superintendencia de Sociedades, bajo las normas Niif, se visualizó que sus ingresos operacionales en 2015 se ubicaron en $52.154 millones, su ganancia fue de $1.714 y sus pasivos llegaron a $230.339 millones”, señala el diario La República.

La intervención por parte del ente regulador se da, entre otras cosas, porque el negocio de Pedro Gómez tiene deudas vencidas de más de 90 días, que ascendían a más de 14.464 millones de pesos: 5.933 millones corresponden a los accionistas, y 8.531 millones a sus acreedores.

Para responder por las deudas, la compañía tuvo que elaborar un plan en el que autoriza la venta de varios activos, entre los que se destacan:

  • Una obra en Bello (Antioquia) que, según ese mismo medio, ya fue vendida en 13.000 millones de pesos.
  • Un proyecto en Palmira (Valle del Cauca) avaluada en 5.000 millones.
  • El proyecto Guayacán avaluado en 4.000 millones.
  • Participación de compra de locales en Unicentro Neiva.
  • Una casa en la calle 70 con Carrera 6
  • Se entregarán como parte de pago a Corpbanca los terrenos de Sorrento, Praga y Zaragoza.

Según el diario El Espectador, el plan de la Constructora Pedro Gómez es vender o hipotecar sus activos. Sus directivos aseguraron a ese mismo medio la crisis se puede superar, que tiene salida, y que se requiere de tiempo.

La primera vez que esa compañía entró en crisis fue a finales de los 90 y la solución parece centrarse en la misma estrategia de hace varios años: vender y empezar de cero.

“La empresa lo ha venido abordando de manera juiciosa y la cosa está bastante avanzada. En principio, es cuestión de tiempo para poder superarlo”, aseguró Gustavo Perry, miembro de la junta directiva de Pedro Gómez y Cía, a El Espectador.

Según él, el problema económico se debe a dos casos en concreto: inconvenientes con el proyecto Serranía de Los Nogales (en Bogotá) y el proyecto Encenillos de Sindamanoy (Chía).

En algunos casos se han concretado pagos con el producto de los proyectos que se han venido negociando con los socios, así como unos predios que se tienen conjuntamente con otros socios. Las decisiones que ha tomado la junta apuntan a tener soluciones para superar esta situación y generar una liquidez de forma rápida”, agregó Perry.

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