Es considerado uno de los hombres más poderosos del centro de Bogotá y ya no centra sus finanzas en la compra y venta de mercancía, sino en sacarle provecho al lucrativo negocio de los locales comerciales en San Victorino.

Según contó a revista Dinero, su nuevo foco es el tema inmobiliario y en una sola propiedad se da el lujo de tener hasta 120 locales.

“El metro cuadrado acá en la zona puede estar en $40 millones, más una prima de acreditación que se cobra”, explicó Tovar a ese medio económico, que asegura que esa acreditación es la misma que les cobraban a comerciantes de China que traen millones de dólares en mercancía y la distribuyen a precios más bajos.

Sobre la actualidad de los negocios en ese sector popular de la capital, Tovar asegura que las cosas han mejorado mucho y ahora San Victorino es uno de los centros comerciales más grandes del país.

“Hay cerca de 10.000 comerciantes que generan unos 40.000 empleos y es el punto de partida para grandes empresas. Aquí Arturo Calle tuvo local, Carlos Federico Ruiz arrancó con la Panamericana, Esteban Rangel con Calzado Piel Roja y, para no ir tan lejos, el padre de Guillermo Botero creó Fenalco en estas calles”, sostuvo Tovar, que inició en esa zona comercial desde hace varias décadas con el negocio de los jeans.

A juzgar por la cifra que menciona el poderoso sujeto sobre el número de locales, el negocio es de gran rentabilidad si se tiene en cuenta los miles de millones de pesos que mueven esa zona comercial de Bogotá. Según datos de Fenalco, citados por El Espectador, en San Victorino funcionan alrededor de 2.500 locales comerciales, que a su vez generan 23.800 empleos directos e indirectos; incluso, dice ese medio, de ese negocio viven más de 5.000 familias.

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