Las apuestas con que llegaron este jueves las partes a la Biblioteca Luis Ángel Arango, en el centro de Bogotá, permanecen como empezaron este año: los empresarios proponen el 6,7 % de incremento, mientras que los trabajadores esperan que el aumento sea del 14 %.

Y es que, aunque a la mesa de concertación se sientan trabajadores, empresarios y Gobierno, solo trabajadores y empresarios han sentado sus posiciones. Precisamente, eso fue lo que criticó, antes de entrar al recinto, Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajado (CGT).

“El equipo económico del Gobierno continúa teniendo una posición muy cómoda, particularmente del Ministro de Hacienda: jugar a ser el espectador en una presunta contienda entre empresarios y trabajadores”, se quejó Gómez en Caracol Radio.

“El Gobierno es parte integral de esta mesa. No puede lavarse las manos y decir: ‘Bueno, pónganse ustedes de acuerdo y luego yo envío un concepto’”, agregó el dirigente sindical. “Hoy lo que tiene que hacer el Gobierno, a instancias de Mauricio Cárdenas, es mostrar su propuesta. Y nosotros miramos si la tomamos o la dejamos”.

Gómez agregó que no descalifica la propuesta del sector empresarial y se declaró dispuesto a modificar la cifra de los trabajadores (14 %), pero advirtió que “mientras no se conozca cuál es la posición del Gobierno es muy complicado que uno se mueva. Estamos dispuestos a hacer un movimiento importante, pero de ninguna manera en esta dinámica”.

Aseguró que a la ministra de Trabajo, Clara López, la han dejado sola. “Ha llevado todo el peso de la negociación”, dijo, y agregó: “Me parece un acto de descortesía del Ministro para con el gremio de los empresarios y para con los trabajadores que no venga a esta reunión. Yo no le encuentro ninguna clase de justificación. Lo responsable es que el Ministro de Hacienda venga aquí, que ponga la cara, que nos diga qué es lo que está pensando. Es un despropósito que no venga”.

Por último, sostuvo que como en Colombia “se socializan las pérdidas y se privatizan las ganancias”, ahora se les quiere cobrar a los trabajadores, a la población, por la vía tributaria, “todo el despilfarro que han hecho de la economía colombiana, entre ellos, la bonanza petrolera”.

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