Interesarse

Este punto se trata no de aparentar interés en la compra de un cliente, sino sinceramente involucrarse en ella y lograr sondear las necesidades o deseos de las personas, eso sí, sin llegar al acoso. De esta forma, el comprador se sentirá muy bien atendido.

Referirse a las pérdidas

Psicológicamente, a las personas les es más difícil aceptar las pérdidas que las ganancias, y además son más emocionales que racionales a la hora de comprar. Por tal razón, referirse a lo que el cliente podría perder es mucho mejor que hablar de lo que podría ganar con la compra. Ahora: la idea tampoco es quedarse en los aspectos menos positivos, indica Social Triggers.

Ser avispado, mas no ‘vivo’

Saber inferir, auscultar con disimulo los posibles deseos de los clientes y sacar deducciones lógicas, son vías efectivas para sumar puntos con los compradores. Aquí hay que fijarse también en los gestos de los clientes y en su forma de referirse a los productos, propone Inc.

Interacción adecuada

De la misma forma como los compradores deben leer detenidamente a sus clientes (si quieren tener éxito), también sucede con los clientes que leen a los vendedores. Por tal razón, una presentación personal impecable y un saludo comercial que logre agradar al cliente potencial puede ser el inicio efectivo de una buena relación comercial.

Ofrecer menos

Puede resultar extraño decirlo, pero el éxito no siempre está garantizado si se le ofrece mayor cantidad de productos a un cliente. De acuerdo con Open Forum, cuando se les disminuyen las opciones a los compradores, aumentará la sensación de indecisión en ellos.

De igual forma, los clientes siempre quieren sentir que tienen el control, pero no del todo. Por eso, cita el mismo medio, “¿su mejor apuesta? Ofrecer exactamente tres opciones”.

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