Tendrá como objetivo plantear ideas que permitan crecer de nuevo a América Latina, cuya economía se contraerá un 0,5 % este año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La cita, que se desarrollará el jueves y el viernes, es la oportunidad para presentar nuevas rutas y alternativas de crecimiento que reduzcan la dependencia de Latinoamérica de las materias primas, algo que, según destacó en abril el Banco Mundial (BM), ha golpeado especialmente a Suramérica.

En este sentido, el FMI expuso en su informe “Perspectivas Económicas Globales”, divulgado también en abril, que este es el segundo año consecutivo que el PIB de Latinoamérica y el Caribe se contraerá (en 2015 la caída fue del 0,1 %), y que la región actualmente crece a dos velocidades.

Por un lado, los que crecen, México, que se prevé avance este año un 2,4 %; los países de Centroamérica y el Caribe, y por otro los que bajan, principalmente en Suramérica y con Venezuela (que se contraerá un 8 % este año), Ecuador (un 4,5 %) y Brasil (un 3,8 %) a la cabeza.

La otra cara de la moneda en Suramérica la representan Perú, con una previsión de crecimiento este año de 3,7 %; Colombia, con un 2,5 %, y Chile, que avanzará un 1,5 %.

Así las cosas, el programa del WEF en Medellín tendrá paneles para recoger ideas, como “Avanzando en el mapa de transformación en América Latina” o el menos sutil “Un nuevo modelo de crecimiento para Latinoamérica”.

Todo ello sin olvidar la inclusión, como prueba la charla “Recomenzando el crecimiento inclusivo de Latinoamérica”, o los pactos internacionales con “Acuerdos de comercio mega-regionales e integración”.

A la cita asistirán cuatro presidentes, el de Argentina, Mauricio Macri; Guatemala, Jimmy Morales; República Dominicana, Danilo Medina Sánchez y de Colombia, Juan Manuel Santos, que ejerce de anfitrión y participará en una de las charlas.

Será la que lleva por título “Asegurar la paz en Colombia”, en la que explicará cómo se implementarán los acuerdos de paz que su Gobierno espera firmar próximamente con la guerrilla de las FARC después de tres años y medio de negociaciones en La Habana.

En Medellín también se debatirá sobre dos de las lacras que más preocupan en la región, la lucha contra las drogas y la corrupción, una rémora para las economías de América Latina.

Y por supuesto, el aspecto de la energía para “adaptarse a nuevas realidades globales”, así como la “inversión en la energía del futuro de América Latina”, que incluye dentro de la conversación cómo diversificar y modernizar las fuentes generadoras que permitan reducir la dependencia de las materias primas minerales.

Todo ello tendrá lugar en la segunda ciudad de Colombia, Medellín, una suerte de metáfora de la transformación para el WEF, pues consiguió en apenas 25 años dejar atrás un pasado de drogas y violencia para convertirse en escaparate mundial de la innovación y el emprendimiento.

EFE

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