Así lo alerta el gerente general de Legis, Érick Rincón, que asegura que la iniciativa podría quitarles los beneficios fiscales de la Ley del Libro a las editoriales y, por ende, el precio de los textos se elevaría hasta un 14 %.

“Estamos muy preocupados de que la reforma tributaria mate esta ley, pues ha sido una legislación que nos ha permitido subsistir y tener ganancias. El Gobierno debe entender que este sector no es de grandes rentabilidades, por lo que este choque de impuestos sería fatal para las editoriales, principalmente las nacionales”, aseguró Rincón, citado por El Espectador.

Los otros afectados serían los escritores, entre otras cosas, porque ya no estarían exentos del impuesto de renta sobre los derechos de autor. Sin embargo, la cuenta de cobro más alta, insisten analistas, la asumirían las editoriales.

“Si la reforma tributara elimina los beneficios de la Ley del Libro perderá todo el sector, es cobrar un impuesto a leer. Las editoriales la tendrán más difícil en un mercado ya de por sí débil: esta industria depende de las compras de libros que el Estado haga para los colegios públicos”, aseguró a ese mismo diario Enrique González, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro.

La cuenta que hacen las editoriales es que la reforma les cobraría un 5 %, más el impuesto de renta. Es decir, un libro que antes costaba 50 mil pesos, ahora tendría un valor de 60 mil; por ende, dicen, se afectarían los hábitos que tienen los lectores en Colombia.

El tema de un nuevo cobro de IVA para los libros no es nuevo. Desde abril pasado la industria editorial expresó su preocupación, entre otras cosas, porque la propuesta fue incluida en el informe de la Comisión de Expertos Tributarios que asesoró al Gobierno. Según El Tiempo, las medidas que incluiría la reforma tributaria tienen en vilo a unas 174 empresas, entre distribuidoras, importadoras y editoras.

Sobre la eliminación de la exención a las editoriales, Ricardo Bonilla, integrante de la Comisión, aseguró a El Espectador que es necesaria para mejorar aspectos como la competitividad. “Si se dejan beneficios tributarios para algunos, como en el caso de las editoriales, entonces todos los sectores saldrán a pedir los mismos auxilios”, sostuvo.

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