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Si bien la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) no ha fijado una posición oficial para llegar a la tradicional mesa de negociación en la que se reúnen cada fin de año sindicatos, gremios y Gobierno, Arias sostuvo, citado por El Espectador, que se les debe una compensación a los trabajadores colombianos porque en 2015, el Gobierno fijo un incremento del 7 %, y quedó 689.454 pesos.

“El problema fue que la inflación en los ingresos más bajos, esos que realmente dependen del mínimo, fue del 7,26 %. De manera que fue un alza que se quedó corta, y este año el tremendo encarecimiento de la canasta básica se comió rápidamente cualquier ganancia en poder adquisitivo que existiera”, agregó.

En ese sentido coincidió Iván Daniel Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, también consultado por el diario bogotano, que afirmó que los trabajadores colombianos que dependen del mínimo han sido los que más se han visto afectados por la fuerte inflación que se ha vivido en los últimos dos años.

“En 2015, el incremento se quedó corto y, aunque se espera que la inflación siga bajando en los próximos meses, de todas formas sigue alta”, advirtió Jaramillo. “Además, se espera otro choque en los ingresos de los trabajadores, por la reforma tributaria. Por todo esto, si el índice de precios al consumidor (IPC) cierra en menos del 6 %, el incremento del salario mínimo debe ser de entre el 7 % y el 8 %”.

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