La propuesta del Ministerio de Salud busca mejorar los hábitos de consumo de los colombianos, pero sería un duro golpe para la industria.

La preocupación del Ministerio no es nueva, la entidad viene siguiendo la situación desde hace más de dos años, cuando la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (ENSIN) reveló que “en Colombia el 17 por ciento de la población es obesa y para nuestro país es importante conocer y aprender de sus experiencias en el control de las bebidas azucaradas”.

La idea del impuesto cuenta con el respaldo de académicos de Brasil, Chile, México y Estados Unidos, quienes argumentan que el consumo de azúcar “es la mayor causa de obesidad y de las enfermedades asociadas”, según una carta reproducida por Caracol Radio.

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En contraste, el ex ministro de Salud Mauricio Santamaría dijo a Noticias Caracol que “el consumo de bebidas azucaradas es responsable de un porcentaje muy mínimo del total de calorías que consumen las personas” y considera que un impuesto no va a resolver el problema.

La propuesta, entonces, ese elevar en los precios mencionados el precio al público de estas bebidas. Además, fijar un gravamen porque se consideran una de las causas de obesidad de los colombianos.

Cambios de hábito

En Colombia, las ventas de bebidas azucaradas están creciendo a una tasa mucho más alta respecto a otros países. La solución: impuestos a las bebidas azucaradas”, afirman los académicos.

En desacuerdo está el director Cámara de bebidas de la Andi, Santiago López, quien dijo a los medios de comunicación que la medida no tendría el efecto deseado y sí afectaría directamente a las personas con menores ingresos:

Los impuestos no educan a las personas a la hora de adquirir buenos hábitos”.

Las cuentas detrás del impuesto

El negocio de las bebidas azucaradas mueve 5,5 billones de pesos al año, según datos de la Andi, y el impuesto le costaría 143.000 millones a toda la cadena.

La idea del Gobierno es reinvertir los recursos que se recauden en la salud de los colombianos.

Sin embargo, CM& cita un estudio de la Andi titulado basado en experiencias internacionales similares, que señala que el recaudo sería muy bajo para lo que anuncia el Gobierno, y analiza:

Un impuesto no desestimula el consumo de azúcar pues la tendencia de consumo es buscar productos similares y no reemplazarlos por agua”.

Conocida la propuesta del impuesto adicional para las bebidas azucaradas, la Asociación de Bares de Colombia (Asobares) emitió un comunicado enviado a medios en el que rechaza la iniciativa del Gobierno por considerar que “tendría efectos negativos para el sector y la economía del país”.

Además, dice, no aportaría a “lo largo de toda la cadena y un encarecimiento de los productos para el consumidor final”.

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