Este fenómeno se está presentando porque en el país la sobreeducación (cuando el nivel de educación excede las exigencias para el desempeño del cargo) va en aumento. Así lo asegura un estudio de la Universidad Externado citado por Dinero.

De acuerdo con el informe, sectores como el de trasporte, comunicaciones, establecimientos financieros, electricidad, servicios públicos, y minería, tienden a presentar proporciones elevadas de sobreeducación (alrededor del 60%).

Es por eso que resulta importante tener claras algunas prácticas que pueden hacer que, usted como trabajador, encuentra salidas a la frustración que pueda llegar a sentir por estar sobrecalificado.

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Elempleo.com recomienda postularse a ofertas acordes a la experiencia y preparación académica que se tiene. Es un error presentar la misma hoja de vida a las diferentes vacantes relacionadas con su nicho laboral, en vez de esto, es mejor ajustar el currículo concretamente a lo que exige el cargo al que aspira.

El portal dedicado a ofertas laborales también sugiere definir los intereses ya que, es posible, que usted esté buscando trabajo donde no le corresponde. Hay que saber identificar vacantes acordes a sus capacidades y expectativas.

Si va a optar por participar en un proceso de selección para un cargo inferior a las aptitudes que tiene, es pertinente presentar a la empresa los aportes que dará y ‘venderse’ como una persona que puede aspirar a crecer poco a poco en el trabajo, concluye la publicación de Elempleo.com.

Las empresas tienen sus razones para ‘decir que no’

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Dinero señala que los trabajadores que se sienten sobrecalificados tienen una mayor probabilidad de sentirse insatisfechos con su ocupación actual. Es por eso que muchas veces las empresas prefieren rechazar en sus procesos de selección a las personas que tienen ese perfil.

“Consideran (las empresas) que dicho trabajador lo va a tomar como algo pasajero, mientras consigue algo más acorde con sus habilidades, destrezas y conocimientos”, asegura Adriana Gutiérrez Faccini, psicóloga en la Universidad Javeriana, consultada por Elempleo.com.

Además, complementa la experta, se corre el riesgo de que la persona se aburra, se desmotive y que su productividad no sea la adecuada. “Puede renunciar en poco tiempo y para las empresas los procesos de selección son costosos”, concluye Gutiérrez.

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