A través de un comunicado, la compañía, que opera en el país vecino hace casi 70 años, relató que la incautación fue un “embargo judicial ilegal de sus activos”, y que las autoridades sacaron hasta carros de las instalaciones de la empresa, según retoma CNN.
(GM) rechaza firmemente las medidas arbitrarias adoptadas por las autoridades y tomará enérgicamente todas las acciones legales dentro y fuera de Venezuela para defender sus derechos”, dice el comunicado citado por el mismo medio.
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