Se trata nada más y nada menos que apostar por la mano de obra nacional para, entre otras cosas, hacerle frente al dólar caro. Parte del plan es comprar ropa fabricada en el país.

“Cuando las importaciones son más caras esto impacta directamente al consumidor. En su defensa y como medida para evitar trasladarle estos costos estamos comprando más mercancía local”, explicó Rodrigo Fajardo, presidente de Falabella Colombia, al diario Portafolio.

El cambio de la estrategia, además de promover la industria colombiana, incluye importar desde países con los que el país tiene tratados de libre comercio, siempre y cuando no se pueda abastecer la demanda nacional.

“Estamos apalancando nuestras compras internacionales con la presencia de Falabella internacional para obtener mejores precios”, agregó a ese mismo medio.

La idea de la compañía chilena es seguir produciendo en Colombia vestuario productos de calzado y hogar.

“Nos dimos cuenta de que es una excelente forma de ofrecer moda internacional a precios convenientes y a la medida del consumidor colombiano. Es un complemento a la venta que hacemos de las mejores marcas del mundo”, explico Fajardo.

Además, la compañía se puso como meta abrir más tiendas en varias ciudades de Colombia para completar 44 en los próximos 4 años. Dos de esos negocios se abrirán este año en Bogotá.

Sobre los números más recientes de Falabella, sus estados financieros dieron cuenta de que el negocio facturó 9,13 billones de pesos en el primer trimestre del año. Según el diario El Colombiano, las operaciones en Argentina, Brasil, Chile, Perú y Colombia crecieron 4,9 % en ese mismo periodo.

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