El paro de taxistas, el que mayor impacto ha tenido esta semana, se sumó al de centrales obreras, trabajadores del Inpec y maestros que se realizan por estos días.
En el marco de las protestas, ese diario económico fijó en 9 billones de pesos el costo que significa para los colombianos la realización de paros. En 2012, por ejemplo, los paros judiciales, carboníferos, cafeteros y de estudiantes costaron 900.000 millones de pesos: en 2013 el paro agrario-cafetero valió 1,8 billones de pesos; entre 2014 y 2015 el paro judicial se fijó en 1,1 billones; y en 2016 el cese de actividades de varios gremios ascendió a 3,6 billones.
En la última década se han hecho en Colombia al menos 20 paros, entre los que se destacan también de trabajadores de la salud, servidores públicos, maestros y camioneros, entre otros.
El gran problema de las protestas, explica La República, es que al final de cuentas que el pagar los costos es el crecimiento económico del país.
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“Cinco paros de final de 2012 y comienzo de 2013 costaron $900.000 millones. Es como si toda Colombia hubiera hecho un paro de un día completo”, sostuvo Sergio Clavijo, presidente de Anif, citado por ese diario.
¿Pero, por qué son los paros de esta semana? El diario El Colombiano asegura que las protestas se llevan a cabo, entre otras cosas, por la falta de concertación entre gremios y las carteras.
En el caso de los educadores, el paro se realiza para exigir mejores condiciones sobre sus salarios, salud y otros aspectos.
Los taxistas, por su parte, se manifiestan en contra de Uber y de otras aplicaciones de servicio de transporte de lujo.
El paro cívico en Chocó tiene que ver con el presunto incumplimiento de lo acordado con el Gobierno en materia de seguridad, infraestructura y un hospital de tercer nivel.
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