Por lo general, se suele pensar que comprar una casa es la mejor decisión de la vida. Sin embargo, eso depende, entre otras cosas, del precio de la vivienda, el porcentaje de cuota inicial y los intereses que se le deben pagar al banco. Con todo eso, muchas veces la casa que costaba 600 millones termina costando 900.

Partiendo de la idea de que los gastos arriba nombrados llegan a $ 4 millones mensuales, se puede concluir que, con ese mismo dinero, si se paga un arriendo de 2 millones (incluyendo servicios y otros gastos), quedarían otros dos millones libres, que podrían ser de ahorro. En ese caso, arrendar sería mucho más conveniente, indica Portafolio.

Pese a ello, pensar que el arriendo definitivamente es mejor que comprar una casa también es equivocado. “Las personas deben tener presente que si el valor que pagan de arriendo es mayor a la cuota de una hipoteca, están perdiendo dinero”, indica Rodrigo Nadal, de Resuelve tu duda.

Por eso, lo ideal es siempre hacer un análisis minucioso antes de tomar una decisión. Acá algunas recomendaciones:

Conocer las opciones

Si ya está tomada la decisión de comprar casa financiada, es importante hacer una evaluación juiciosa de las tasas de interés, la inflación, el valor de la propiedad a comprar el plazo más conveniente del crédito y el porcentaje de la cuota inicial.

Pensar a futuro

Si dentro de sus planes está formar una familia a futuro, no es conveniente comprar un apartamento pequeño que tendría que vender en poco tiempo. Hay que ponderar tanto las prioridades del presente como las del futuro y tener en cuenta que, pese a la tendencia generalizada, no todas las propiedades se valorizan con el tiempo.

Muchos viajes

Si por trabajo o diversión usted es una persona muy viajera, lo más prudente es vivir en arriendo, lo que le permitiría moverse de un lugar a otro sin obligación de quedarse en un solo sitio, esto por lo menos hasta que decida echar raíces.

Planear detenidamente

“Si hay para el güisqui, hay para el hielo”, dice un adagio; así que si se compra una casa, hay que pensar que también es necesario invertir en muebles, pagar predial, seguros y demás gastos que siempre deben ser tenidos en cuenta.

Dejar de lado el valor emocional

Según Portafolio, hay una tendencia a creer que una casa es el patrimonio ideal para dejarle a las futuras generaciones. Sin embargo, hay que pensar que una vivienda se puede devaluar, y que los 600 millones que esa casa puede costar hoy pueden ser mejor usados si se invierten en viajes, salud, educación, etc.

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