Desde el 2 de marzo, los peruanos podrán elegir qué clase de alimentos quieren consumir, ya que los cines no podrán imponerles las compras de comidas y bebidas en sus dulcerías.

Esta medida se toma considerando que las prácticas impuestas por estos locales son abusivas, ya que limita el derecho de elección de las personas y que los precios son muy altos. Además, los cines obligan a los niños a comer cosas que suponen un riesgo para la salud debido a las altas cantidades de azúcares, grasas o sodio que contienen, como señala La República.

Cabe mencionar que igualmente hay ciertas reglas a la hora de ingresar alimentos propios en las salas. Por ejemplo, sigue estando prohibido llevar comidas muy elaboradas, que se parezcan a un almuerzo o que perturben la comodidad de la sala, es decir cosas como pollo, carne, sopas y demás. Los alimentos permitidos son crispetas hechas en casa, galletas, gomitas, cereales, frutas, sánduches, helados, agua y jugos.

El artículo continúa abajo

Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación Peruana de Consumidores, dijo: “Era una cláusula abusiva, como lo que ocurría en los estacionamientos, quienes no se hacían responsables de alguna pérdida a los vehículos… Las empresas tienen que competir en precio y calidad, para que los consumidores se animen a comprar los ‘snacks’ de sus establecimientos. Ahora existe el miedo de que se suba el costo de las entradas al cine. Debo afirmar que cuando se logra la defensa de los consumidores, las empresas pueden emplear este argumento, pero no hay razón de un incremento”.

Por su parte Cinemark, una de las empresas afectadas, señaló que apelará la decisión ya que argumenta que el 40 % de sus ingresos proviene de la confitería y que decisiones de ese tipo afectan sus resultados.