Hacia las 07:25 de la mañana de este martes, hora local, la libra valía 1,27 dólares, un mínimo desde 1985. La divisa británica también registró su nivel más bajo en más de tres años frente al euro, cotizando a 87,56 peniques por un euro.

Esta caída de la libra iniciada el lunes ilustra la preocupación que suscita el Brexit, máxime cuando la primera ministra, Theresa May, anunció el domingo querer empezar el proceso de salida antes de fines de marzo.

Su discurso hizo temer además a los inversores un ‘Brexit duro’, es decir, sin compromiso previo con Bruselas, lo que podría hacer perder a las empresas británicas su acceso al mercado único.

Parece ilusorio creer en un repunte de la libra, “habida cuenta de la solidez del calendario del Brexit (…) y la firmeza con la que May dijo que quería controlar las fronteras, aunque eso signifique perder un lugar en el mercado único”, dijo Connor Campbell, analista de Spreadex.

La caída de la libra beneficiaba al índice principal de la bolsa de Londres, que cotizaba por encima de los 7.000 puntos en los primeros intercambios por primera vez desde junio de 2015.

Una depreciación de la divisa constituye en efecto una buena noticia para las grandes empresas del FTSE-100 que obtienen buena parte de sus beneficios en el extranjero.