El incremento de la tasa de referencia fue de 25 puntos básicos. Así mismo, aumentó su expectativa de inflación para el cierre de este año: 5,72 %.

Entre los argumentos del Emisor para aumentar las tasas se destaca que en febrero la inflación anual al consumidor y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica continuaron subiendo y se situaron en 7,59% y 6,07%, respectivamente.

“Las medidas de expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años se sitúan en 4,5% y 3,8%, y las derivadas de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años se encuentran entre 4,5% y 4,9%”, explicó el Banco Central en un comunicado.

También se refirió a los precios de los alimentos, la depreciación nominal y la transmisión parcial a los precios al consumidor. “Pese a tratarse de choques temporales, la magnitud de la devaluación del peso y la fortaleza del fenómeno de El Niño elevan el riesgo de una  convergencia más lenta de la inflación a la meta”, sostuvo.

Según el Emisor, cuando la tasa de interés se sube los demandantes desean comprar menos, es decir, acuden a menos recursos en préstamo a los intermediarios financieros. Los oferentes, por su parte, intentan colocar más recursos (en cuentas de ahorros, CDT, etc.).

Pero si la tasa baja, los demandantes del mercado financiero solicitan más créditos, y los oferentes retiran sus ahorros.

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