La verdad es que según la jefe de esa cartera, son 7 los frentes que se han mejorado después del histórico acuerdo bilateral, como señala Portafolio: “estabilidad, cobertura, volumen, diversificación, presencia, confianza e imagen”.

En contraste, otra nota del diario económico califica los resultados del acuerdo como “tímidos”, pero rescata que se han generado nuevos empleos: “El TLC ha generado 22.518 nuevas plazas de trabajo, lo que representa un aumento de 28 %”, escribe el medio.

Y varias de las razones que esgrimen expertos citados por Portafolio por las cuales el acuerdo bilateral no ha generado una “avalancha de intercambios” tienen que ver con “la caída de los precios del petróleo, la devaluación del peso, la desaceleración de la economía colombiana y el lento despegue de la demanda estadounidense”, que también venía de una profunda crisis cuando se firmó el acuerdo.

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Y más que tímidas, estas cifras dan cuenta de que el intercambio comercial entre las partes ha bajado considerablemente, así algunos actores del sector económico digan que la tendencia es a mejorar.

Por ejemplo, publica el diario, las exportaciones de productos colombianos a EE. UU. en el 2011 sumaron un total de 21.969 millones de dólares; 5 años después, en 2016, dicha cifra cayó a 10.000 millones, mientras que el monto en dólares de los productos que EE. UU. le vende a Colombia pasó de 13.549 millones a 11.878 millones en el mismo periodo, es decir que cayeron en vez de crecer.

Por las cifras anteriores y las declaraciones de la ministra se puede concluir que lo que ha dejado ese TLC para Colombia es la puerta abierta para ahora sí comenzar a aterrizar negocios que hagan la diferencia, que incrementen la balanza comercial entre los dos países y que se generen muchos más empleos de calidad para los colombianos, pues hasta ahora la influencia del TLC sobre la economía nacional no se ha sentido.

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