Puntualmente, los cambios serían:

– Unificación del impuesto de renta con base en las normas contables nuevas.

– Gravar a las empresas que usan el rótulo de “Sin ánimo de lucro” para evadir impuestos.

– No prorrogar más el impuesto a la riqueza y desaparecerlo por completo en 2017.

– Bajar la carga tributaria para las empresas petroleras y generar incentivos para la exploración.

Uno de los puntos que trabaja con más énfasis el Ejecutivo tiene que ver con el impuesto de renta. Al respecto, Cárdenas explicó en Caracol Radio: “Queremos discutir con expertos para ver si podemos unificar el impuesto de renta para simplificar su liquidación y pago”.

Los cambios de los que ya dio luces el Gobierno son motivo de discusión entre analistas, especialmente, en lo que tiene que ver con el impuesto de renta.

“El tema de renta, Cree y sobretasa le ha hecho un daño grande a los empresarios, empezando por la tasa nominal que va a llegar a 43% en 2018. A eso hay que sumar que actualmente el impuesto de renta es muy complejo y operativamente es un desgaste para las empresas”, explicó al diario La República el tributarista Jairo Higuita.

Más allá de lo expuesto por Cárdenas, esta semana se conoció la preocupación de buena parte de los empresarios en cuanto a que esta reforma tributaria podría desviar algunos temas que realmente le dan el carácter de “estructural”. Los representantes de las empresas aseguran que el argumento para esta afirmación es la coyuntura de paz.

Según Andrés Pardo, gerente de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, citado por RCN Radio, se quedarían por fuera temas que tendrían que ser asumidos por un próximo Gobierno en 2018.

LO ÚLTIMO