El nuevo capítulo del escándalo protagonizado por los dos delanteros ‘cafeteros’ del club Lobos BUAP, acusados de intervenir en una riña bajo los efectos del alcohol tras el partido en el que su equipo derrotó 3-2 al Pachuca en la tercera fecha de la liga ‘azteca’, cambió de rumbo luego de que Palacios contará su versión de los hechos e indicará que no maltrató a la pareja de Quiñones, como se rumoró en la prensa.

No obstante, las primeras especulaciones indicaban que Quiñones había defendido a Palacios en una pelea presentada en un bar en la madrugada del 6 de agosto.

“En ningún momento le pegué o la maltraté (a su esposa). La verdad es la que estoy contando y quería aclarar la situación para limpiar mi nombre”, relató Palacios en declaraciones al diario Reforma y reproducidas por medios como Proceso.

Y añadió: “Estuve ahí en la casa de él un rato, me vine para mi casa, estábamos muy tomados todos. Julián se vino detrás de mí. Ahí en mi casa empecé a pelear con él porque no se quería salir, que son cosas normales que pueden llegar a pasar”.

“Empezamos a pelear en mi casa; peleamos y yo le pegué con un puño y lo lastimé. Él fue y buscó su cuchillo, vino y me lastimó a mí en la cabeza y después de eso él mismo, en el forcejeo, se cortó los dedos”, finalizó.

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Ante esta situación, ambos jugadores debieron recibir atención médica en un hospital de la ciudad de Puebla y los directivos de Lobos BUAP, elenco recientemente ascendido a la primera división mexicana, determinaron apartar del plantel a William Palacios y sancionar internamente a Julián Quiñones.

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