El velocista que participó en Río, estuvo en la pista de atletismo de Lafayette High School de Lexington (Estado de Kentucky), donde él y su hija sobresalieron como atletas. 

Gay dio las gracias a las personas asistentes por la muestras de ayuda y apoyo tras la muerte de la niña, ocurrida la madrugada del  pasado domingo cuando se encontraba en las afueras de un restaurante de la ciudad y se generó un tiroteo.

“Quiero que ustedes se amen, tengan paz y protejan a los demás”, dijo el atleta, quien añadió que estaba entumecido de tanto llorar por la muerte de su hija. “Eso es lo que hubiera querido Trinidad. … La vida no es una broma”.

Muchos asistentes llevaban prendas con los colores rosa y púrpura -favoritos de Trinidad Gay-, y algunos globos de esas mismas tonalidades que más tarde fueron lanzados al aire.

Por su parte, Tyson Gay dijo que tenía una relación muy estrecha con su hija, de acuerdo con el canal de televisión de Lexington WLEX, que habló con él el domingo.

“Es una locura. No tengo idea de lo que sucedió”, comentó Gay, de 33 años, al canal durante la entrevista.

Finalizó cuarta en los 100 metros y quinta en los 200 durante la competición estatal de esa categoría escolar el pasado mayo. Participó también en el equipo 4×200 que ocupó el cuarto lugar. Su padre ostenta el récord estatal de los 100 metros lisos desde el 2001.

Las autoridades confirmaron que las tres personas que habían sido detenidas con relación al incidente se habían declarado inocentes ante el juez de distrito T.Cruce Bell, que los dejó en libertad bajo fianza.

Se trata de tres hombres, que responden a los nombres de Chazerae Taylor, de 38 años, su hijo D’Markeo Taylor, de 19, y Dvonta Middlebrooks, de 21.

Con EFE.