Se conocieron en Medellín cuando el futbolista hacía parte de las filas del Envigado en 2014.
“Es chistoso porque las cosas surgieron por Instagram. Yo estaba conociendo la aplicación y le di ‘like’ a una foto de Frank. Él me escribió por interno, pero mucho después fue que nos vimos, porque al principio yo no quería tener nada con un futbolista”, le contó Tatiana a Pulzo.com.
Cuando por fin empezaron a salir, al ahora defensor de la Selección Colombia le tocaba atravesar Medellín entero para ver a la joven, pues mientras ella vivía en Copacabana, municipio de la zona metropolitana de la capital de Antioquia, y él en el otro extremo en Envigado.
La distancia los separó aún más porque justo en esas primeras salidas, Fabra fue cedido al Deportivo Cali y se fue a vivir a esa ciudad. No obstante, se siguieron hablando y Tatiana se convirtió en un apoyo incondicional para el defensor que empezaba a despuntar en el fútbol colombiano.
“A los siete meses que nos ennoviamos, yo me fui a vivir a Cali con él. No fue fácil, porque yo en Medellín tenía algunos proyectos en los que estaba comenzando”, dice Tatiana, quien actualmente está con Fabra en Buenos Aires, Argentina.
Y es que la carrera del defensor ascendió vertiginosamente, tanto como su amor con su novia. En el Cali jugó un año y se coronó campeón, luego pasó al Deportivo Independiente Medellín, debutó con la Selección Colombia y desde 2016 está en la plantilla de Boca Juniors.
Tatiana cuenta que el camino no ha sido tan fácil como parece y que en Argentina deben cuidarse mucho en lo que hagan porque la prensa siempre está atenta a cualquiera de sus movimientos.
“A veces no entienden que los jugadores también son personas que tienen sus familias, que comparten con ellas y que tienen una vida común y corriente”, sostiene la bella mujer quien añade que han inventado algunos chismes y nunca les han preguntado directamente a ellos.
En la actualidad, Tatiana retomó sus estudios de psicología, su carrera como modelo y otros proyectos por las que seguramente la escuchará en el futuro. La paisa sabe que al igual que su pareja está cumpliendo sus sueños, ella también buscar concretar los suyos.
Por supuesto, en un futuro cercano está latente la posibilidad de que esta pareja se case y tenga hijos. “Hay muchas por cumplir para los dos, aunque ambos lo queremos. La ilusión es bien grande pero todo a su tiempo”, concluye Tatiana.
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