Lo hizo en Mönchengladbach, en el mismo terreno en el que marcó sus dos primeros goles con el equipo nacional, el 8 de junio de 2005 contra Rusia en un amistoso (2-2).

A cuatro días de iniciar su clasificación para Rusia 2018 ante Noruega, Schweinsteiger jugó su partido 121, el último con la selección teutona.

El jugador de 32 años se emocionó durante el homenaje que recibió antes del encuentro y después jugó con un equipo muy experimental, lleno de jóvenes, y sin las principales piezas que llevaron a la escuadra a ganar la Copa del Mundo de Brasil 2014.

Schweinsteiger 1 AFP
Foto: AFP

Los discursos, las imágenes recordando su carrera, las palabras del presidente de la Federación Alemana de Fútbol que lo recordaba como “más que un gran jugador” fueron demasiado para uno de los máximos ídolos de las últimas décadas del fútbol alemán, que irrumpió a llorar.

En las tribunas había pancartas con mensajes de despedida para Schweinsteiger. Una de ellas decía. “Gracias, Schweini. Contagiaste a todo el equipo de tu espíritu de lucha”.

Su carrera, desde que era el adolescente que se mezclaba con los veteranos de la selección hasta el momento en que se convirtió en el líder indiscutible de la misma, se resumió en pocas imágenes en una pantalla en del Borussia Park.

Sin duda, la imagen culminante de su carrera fue el triunfo en la final del Mundial 2014, que coronó el camino de una serie de jugadores, con Schweinsteiger a la cabeza, que habían empezado a ser habituales en la titular en el Mundial de 2006 en Alemania.

Después vino el partido, con aplausos cada vez que tocaba la pelota y de cuando en cuando gritos de “Dios del fútbol”.

“No me esperaba que fuese así. Solo quería aprovechar del momento, pero que fuese tan bello no me lo esperaba”, explicó el jugador.

“La Mannschaft es como una familia, nos conocemos todos, los cuidadores, Löw ha sido mi entrenador durante años. En este equipos somos amigos y he disfrutado jugando en él”, añadió.

Así, el arquero Marc André Ter Stegen estuvo bajo palos en el lugar de Manuel Neuer, que ocupó un lugar en el banquillo junto a Mats Hummels, Mesut Özil y Thomas Müller.

El seleccionador Joachim Löw había prometido renovar el equipo que alcanzó las semifinales de la pasada Eurocopa y sacó un once inicial con tres de los jóvenes que alcanzaron la final olímpica en Rio.

Uno de ellos, Max Meyer, abrió el marcador sobre Finlandia al inicio del segundo tiempo al rematar un centro de Mario Götze (55).

El 2-0 definitivo fue anotado por Mezut Özil, pocos minutos después de saltar a la cancha.

Con información de EFE y AFP.

 

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