Así lo decidió el Comité Olímpico Internacional (COI) al pronunciarse sobre el caso de dopaje que involucra a la Federación Rusa de Atletismo.

El COI abrió esa posibilidad pese a considerar que todos los atletas rusos fueron contaminados “por un sistema que subvirtió y manipuló el sistema antidopaje” y decir que para ellos no se puede aplicar la presunción de inocencia, dice un comunicado.

Sin embargo, “a cada atleta afectado le deben dar la oportunidad de refutar la aplicabilidad de la responsabilidad colectiva en su caso individual”.

 

Al conocer este pronunciamiento del COI, el gobierno de Rusia lo celebró, a través del ministro de Deporte Vitali Mutko, que se mostró “agradecido” con por una decisión que consideró “objetiva”. Mutko, además, se mostró convencido de que la “mayoría” de sus deportistas podrán estar en Río 2016.

Stepanova, no autorizada

En virtud de esos criterios, la atleta Yuliya Stepanova, que dio la voz de alerta en las primeras revelaciones sobre el sistema de dopaje estatal en Rusia, no fue autorizada por el COI a participar en los Juegos de Rio. La corredora de 800 metros estuvo suspendida entre 2011 y 2013 por irregularidades en su pasaporte biológico.

Stepanova había sido admitida para participar en los 800 metros de Rio por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), por su papel clave a la hora de destapar el escándalo. El COI anunció el domingo que no podrá estar en Brasil “pese a su contribución a la protección de los atletas limpios”.

El jueves, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) había dado la razón a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), que había suspendido a la Federación Rusa de ese deporte por las conclusiones demoledoras de una comisión de investigación independiente sobre el sistema de dopaje organizado en ese país.

Este domingo, Rusia podía haberse convertido en el primer país de la historia en ser excluido de los Juegos por dopaje.

Evitó ese deshonor y tener que unir su nombre al de otros países que en su día fueron excluidos en bloque de los Juegos por diferentes motivos, como el Afganistán de los talibanes en Sídney-2000 o la Sudáfrica del ‘apartheid’, vetada en los diferentes Juegos de Tokio-1964 a Seúl-1988.

¿Debilidad?

El lunes de esta semana, la publicación del ‘informe McLaren’, muy duro con la existencia de prácticas de dopaje de Estado, había desencadenado todo tipo de especulaciones. El presidente del COI, Thomas Bach, llegó a hablar de un “ataque impactante y sin precedentes a la integralidad de los deportes y de los Juegos Olímpicos”.

Catorce agencias antidopajes, entre ellas las de Estados Unidos, Alemania y Japón, habían enviado una carta presionando para una exclusión y la AMA también hizo fuerza en ese sentido ante el COI, estimando indispensable “impedir la participación de los deportistas rusos en las competiciones internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos de Rio, mientras que (Rusia) no haya realizado un cambio de cultura”.

El COI, tras su decisión del domingo, dijo estar preparado para recibir eventuales críticas.

“Esto, sin duda, no gustará a todos”, admitió Thomas Bach, en una conferencia de prensa telefónica, el domingo, lamentando que un periódico como el Times británico haya “lanzado una campaña” a favor de la exclusión de Rusia.

“Se trata únicamente de hacer justicia con los atletas”, insistió Bach, rechazando responder a la cuestión de si su organización había mostrado “debilidad” ante Rusia.

Con información de AFP

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