El pasado miércoles, posterior a la derrota del equipo paulista, un grupo de hinchas desahogó sus penas enfrentándose con la policía militar a las afueras del estadio Morumbí, en hechos que dejaron 15 heridos.

El club repudió los hechos violentos y anunció mediante un comunicado que no mantendrá ningún tipo de relación con las barras organizadas de ahora en adelante.

A pesar de saber que una parte significativa de estos grupos de hinchas está constituida por ciudadanos bien intencionados, el São Paulo no aprueba de ninguna manera con el comportamiento de una minoría”.

En enero, el presidente del club, Carlos Augusto de Barros e Silva había admitido a Folha de São Paulo que apoyaba a las dos principales barras del equipo con entradas para los partidos y dinero para el ‘carnaval’ (como el que montaron antes del partido a mitad de semana).

Cuenta el diario paulista que los consejeros del club estaban presionando al presidente para romper con los hinchas, y la trifulca del miércoles no le dejó más opción.

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