“Después de Rio, probablemente fui la persona más odiada en el mundo”, dijo Lochte a ESPN.com. “Hubo un par de momentos en los que estaba llorando, pensando: ‘Si me voy a la cama y nunca me despierto, bien'”, añadió.

Preguntado sobre si eso significaba que pensaba atentar contra su vida, Lochte asintió y añadió: “Estaba a punto de colgar toda mi vida”.

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El nadador habló previamente de la depresión que siguió al escándalo, en el que él y dos compañeros del equipo de natación estadounidenses denunciaron haber sido asaltados a punta de pistola en una estación de gasolina.

La policía brasileña determinó que había fabricado en gran medida la historia, y las autoridades brasileñas estaban furiosas.

Lochte fue suspendido por 10 meses, una sanción que termina el 30 de junio.

Durante su suspensión compitió en un encuentro por fuera de la USA Swimming y dice que intentará integrar el equipo olímpico de 2020.

El 12 veces medallista olímpico cumplirá 36 años durante los Juegos de Tokio.

Con información de AFP