Cuando tomó las riendas de la selección rusa, a Stanislav Cherchesov se le encomendó la misión de transformar un equipo abatido durante la Eurocopa de 2016 en un adversario creíble para el Mundial de 2018, que se disputará en su país. Ocho meses después, la meta sigue lejos.

En nueve encuentros amistosos bajo su batuta, Rusia ha logrado tres victorias y encadenado derrotas humillantes contra Catar y Costa Rica a finales del pasado año, así como contra Costa de Marfil recientemente.

“El equipo vive un cambio generacional”, explica a AFP Cherchesov para justificar los mediocres resultados. “Nuestros aficionados quieren ver a un equipo con carácter y nosotros pedimos a nuestros jugadores que se concentren y trabajen como locos en cada partido”, prosigue el técnico, que se proclamó campeón de Polonia con el Legia Varsovia antes de iniciar su aventura con Rusia.

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De hecho, el antiguo entrenador del Spartak y del Dinamo Moscú, conocido por la disciplina que impuso a sus futbolistas, ha modificado radicalmente la cara de la selección rusa, desechando a muchos del equipo.

Solos cuatro jugadores que estuvieron presentes en la Eurocopa de Francia participaron en marzo en un amistoso contra Bélgica (3-3) en Sochi.

“Tengo que trabajar con los jugadores de los que dispongo, no puedo sacar otros jugadores de ningún lado”, se lamentaba Cherchesov semanas atrás.

Los especialistas del fútbol ruso siempre le han dado crédito al entrenador con bigote de 53 años, exguardameta internacional que defendió la camiseta del Spartak de Moscú.

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Stanislav Cherchesov, entrenador de Rusia / Foto: AFP

“Definitivamente Cherchesov es uno de los mejores entrenadores de Rusia”, asegura a la AFP Igor Rabiner, periodista del diario deportivo Sport Express.

“Tiene una elección muy limitada de jugadores en Rusia y los técnicos que han trabajado aquí, como Fabio Capello y Leonid Slutsky, también fracasaron”, agrega Rabiner.

Sin embargo, Cherchesov afirma que le importa mucho más la experiencia acumulada que las derrotas cosechadas.

Rusia se encuentra en la 61ª posición, entre Uzbekistán y Montenegro, en la clasificación de la Fifa, el peor puesto desde que el país entró a formar parte del máximo organismo del fútbol mundial en 1993.

Pese a las inequívocas señales de bajo rendimiento de sus pupilos, Cherchesov promete que Rusia será un rival duro de batir en el campo de juego: “Si hay un trofeo en juego, habrá que luchar por él”, aseveró.

Con AFP.