Putin también admitió que Rusia es, en parte, culpable de su exclusión de los Juegos, “ya que dio motivos para ello”, indicó el presidente. No obstante, consideró que el “castigo colectivo” es un concepto jurídico que no existe.

El mandatario ha negado hasta la saciedad la existencia de un programa estatal de encubrimiento de positivos en los Juegos de Sochi (2014), siempre se ha opuesto al boicot y a romper amarras con el Comité Olímpico Internacional.

Los diputados rusos se apresuraron en la noche del martes a pedir el boicot, ya que consideran “inadmisible” que una gran potencia deportiva compita con bandera neutral, y la Cancillería denunció una “ofensiva a gran escala” para expulsar a Rusia del deporte mundial.

El artículo continúa abajo

Entre los que apoyan el boicot destaca la legendaria gimnasta Svetlana Jórkina, doble campeona olímpica y actual diputada oficialista, que incluso propuso organizar una competición paralela a los Juegos.

El popular jugador de hockey, Alexandr Ovechkin, que juega en EEUU, expresó sus dudas sobre acudir a Corea del Sur sin la bandera rusa, pero su compañero, Iliá Kovalchuk, lo tiene claro.

“Hay que ir obligatoriamente a los Juegos. Renunciar es rendirse. Todos los deportistas limpios deben ir. El patriotismo está en el corazón. No hace falta gritar o llevar la bandera en el corazón. Si competimos bien, con seguridad podremos cantar el himno”, señaló.

Para Putin sería fácil optar por el boicot con el argumento populista de que Occidente intenta castigar a Rusia por su independencia, más aún cuando en breve arrancará la campaña de las elecciones presidenciales. Pero las consecuencias para el deporte ruso serían desastrosas, empezando por una sanción de ocho años que dejaría a Rusia fuera de los próximos dos ciclos olímpicos y la convertiría en un paria.

“Si ahora empezamos a boicotear podemos acabar matando el deporte en nuestro país. Por eso, ni un funcionario deportivo ha hecho ningún llamamiento al boicot”, dijo Yolanda Chen, campeona mundial de pentatlón.

En el mismo sentido, el famoso comentarista Dmitri Guberniev advirtió que “si ahora no vamos a la Olimpiada, entonces nos podemos quedar sin los Juegos de Tokio” (2020).

La prensa local también despotrica contra el COI, pero considera que “el destino de los deportistas y mantener un lugar en la familia olímpica es más importante” que cualquier otra cosa.

Con información de EFE.