“Entregaré el Balón de oro al Museo. No hay nada más justo que esté aquí, en el sitio más apropiado”, afirmó el jugador, después de que agradeciese al Barcelona por el cargo que utilizará para “llevar el nombre del Barça más arriba y más lejos”.
“Me siento muy emocionado y contento de volver a mi casa”, aseguró el jugador brasileño, quien ya ejerció en parte esta ocupación el verano pasado cuando fue la imagen del Barcelona en Nueva York, donde el club catalán inauguró una oficina. Fue precisamente en la ciudad americana donde el Barça le trasladó la idea de ser embajador del club.
Pocas personas pueden decir que les ha llegado la invitación del Barcelona para ser su embajador. No encuentro palabras para dar las agracias al Barcelona”, dijo un emocionado Ronaldinho, que se presentó con una vestimenta informal al acto del Camp Nou.
Se le preguntó por el partido entre el Barcelona y el PSG, en el que ambos equipos se jugarán en febrero un puesto para los cuartos de la Liga de Campeones, pero el brasileño, exjugador de los dos clubes, se ha mostrado distante y sin decantarse por ninguno de los dos porque tiene “muchos amigos” en los dos equipos. “Será un partido muy lindo”, añadió.
Ronaldinho es considerado uno de los mejores jugadores del mundo de la última década y su paso por el Barcelona marcó el comienzo de los triunfos recientes del equipo. El brasileño ganó el Balón de Oro en el 2005 por sus grandes actuaciones con el elenco catalán.
Horas antes, en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, el entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha valorado la elección del jugador brasileño: “Me parece muy bien que Ronaldinho sea el embajador del club. Relacionar al Barça con alegría siempre es bueno”, ha dicho.
Con EFE.
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