Será la segunda vez consecutiva que Federer, lesionado el año pasado, no disputa Roland Garros, donde ganó en 2009.

“Trabajo duro desde hace un mes con el objetivo de jugar todavía varios años en el circuito, pienso que es mejor hacer una pausa en la temporada de tierra batida”, explicó el vencedor del último Abierto de Australia en una breve carta a sus aficionados.

“Mi comienzo de temporada ha sido mágico, debo reconocer que mi programación será la clave de mi longevidad. Hemos decidido, mi equipo y yo, que disputar un único torneo en tierra batida no tiene interés para mi preparación física y tenística para el resto de la temporada”, añadió Federer, que sufrió la primera lesión grave de su carrera el año pasado.

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Su ausencia de Roland Garros en 2016 fue la primera desde que debutara en Grand Slam en París en 1999. Cuando renunció a París hace un año rompió una racha de 65 participaciones consecutivas en los torneos mayores.

“Voy a echar de menos a los aficionados, pero espero verlos el próximo año”, añadió Federer.

La renuncia del suizo de 35 años, quinto jugador de la ATP, no es una sorpresa. Federer había difundido un vídeo la semana pasada en Twitter en el que entrenaba en pista dura en Dubái, mientras que Roland Garros es el ‘templo’ de la tierra batida.

El ganador de 18 títulos del Grand Slam no ha competido desde que ganara el Masters 1000 de Miami a principios de abril. Fue su tercer trofeo de esta temporada, tras el Abierto de Australia e Indian Wells en marzo.

En Florida anunció que reduciría al máximo su temporada en tierra batida, pero evocando una posible participación en Roland Garros. Incluso hace dos semanas dio a entender en una entrevista que estaría en París, a pesar de no haber participado en ninguno de los torneos previos.

Había precisado que anunciaría su decisión definitiva el 10 de mayo. Llegó el día y los aficionados no tuvieron noticias. El día siguiente recibieron en las redes sociales una foto entrenando en pista dura en Dubái.

Roger Federer
Roger Federer participó por última vez en Roland Garros en 2015 / Foto: AFP

La tierra batida siempre ha sido la superficie en la que el juego ofensivo de Federer más problemas ha encontrado, a pesar de que se formó entrenando en polvo de ladrillo.

Tuvo que jugar once ediciones de Roland Garros hasta ganarlo en 2009, completando los cuatro torneos del Grand Slam.

Su gran rival, el español Rafael Nadal, considerado el mejor del mundo en tierra batida y que viene de encadenar triunfos en Montecarlo, Barcelona y Madrid, acude a París en busca de su décimo título. Ganó a Federer cuatro veces en la final de Roland Garros. El suizo le batió en el partido por el título del último Abierto de Australia.

Federer nunca ha escondido que prefiere Wimbledon, en donde buscará este año su octavo título. Su último éxito en la hierba inglesa data de 2012. Desde entonces jugó las finales de 2014 y 2015, en las que cayó ante Novak Djokovic.

Federer ha sido la sensación de la ATP en la primera parte de la temporada, tras volver a jugar en enero después de estar parado durante seis meses para tratar una rodilla operada a comienzos de 2016.

Con información de AFP.

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