En el diálogo con la periodista Nena Arrazola, del programa Los Informantes, la comunicadora tuvo que exigirse para tratar de sacarle los recuerdos al expuligista que falleció este martes a sus 70 años.

De su primer título mundial de boxeo —el segundo para Colombia después de Pambelé— obtenido en el principado de Mónaco ante el estadounidense Benny Briscoe, Valdés apenas recuerda que fue “una de las peleas más duras que tuve” y con el que más sudó porque había que darle duro.

Más claro tiene en su memoria al argentino Carlos Monzón, gran rival en los cuadriláteros y amigo fuera de ellos. “Fue un gran boxeador y una buena persona, pero en su país era un malcriado”, afirmaba ‘Rocky’ quien añadía:

Las peleas fueron con él fueron muy parejas, pero como fueron allá en su pueblo, se las dieron a él. Todo el que pelea en su tierra tiene derecho a ganar”

Sus quebrantos de salud le impidieron terminar su vida como tal vez lo hubiera querido. No se volvió a dejar ver por la Torre del Reloj, en Cartagena, por las tardes; tampoco en el Merdcardo de Bazurto donde almorzaba, o en el cine vespertino, decía El Heraldo.

Añadía la publicación que “lo que sí perdura es la sonrisa dorada (literal porque se incrustó en sus dientes las iniciales de su nombre) del más aplomado de los campeones mundiales de boxeo colombiano”.

Pero la desgastada memoria de Valdés le impedía también recordar cuántos hijos tenía. “Dos, tres, cuatro… ¿cuánto es?, dos”, respondió a la pregunta de Nena Arrazola.

Tampoco se acordaba ya de por qué se enamoró de su esposa. Dice que le gustó más o menos y que se casó de vacilón porque “ella era una cosa que pasaba”.

“Eso dice ‘Rocky’, pero la verdad es que sin Ana (su mujer) no puede dar ni siquiera un paso”, decía la nota de Los Informantes que se puede ver a continuación.

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