El frenético ritmo de carrera que impuso el equipo Sky a lo largo de la duodécima etapa del Tour de este miércoles pudo haber sido contraproducente para el exlíder británico, quien en vez de beneficiarse con el férreo control de la carrera, gastó de más y pagó al final el esfuerzo.

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Esta es una de las conclusiones que plantean algunos de los analistas del ciclismo en varios medios internacionales que señalan que Froome no cumplió al final con su parte, luego del sacrificio de sus compañeros para llevarlo adelante en la etapa pirenaica.

Porque si la intención era quemar rivales, no lo lograron con Bardet, Arú y Urán, y en menor medida, con Martin. Y en cambio, el damnificado fue Froome, que cedió 20 segundos en 400 metros, y peor aún, perdió su camiseta amarilla de líder de la prueba.

“El Sky debe revisar si la estrategia en parte no se le volteó al equipo, pues parece que el alto ritmo también acabó con las piernas de su propio líder que quizás menos exigido por su tren podría haber limitado segundos en el cierre”,

expuso en su blog la mexicana Georgina Ruiz Sandoval, ‘Goga’, comentarista además del canal Caracol.

Ella señala que el indestructible Froome ahora se nota vulnerable. “Aquel Chris que salía a ataques explosivos y contundentes ha pasado a ser uno de movimientos más calculados y de ciclismo defensivo en lo individual, aunque su equipo se vea lo suficientemente fuerte. Claro que el desgaste para esta coraza también no pasará desapercibido ya que no pueden estar todos los días a tope los 7 corredores que le quedan de apoyo”.

En su descripción de la etapa, el cronista del diario El País, Carlos Arribas, ralata cómo los corredores del Sky lo dejaron todo en los más 200 kilómetros de la etapa. Solo Henao se vio liberado de la tarea, por sus inconvenientes de salud.

Uno a uno se fueron agotando sus fichas Knees, Rowe, Kiriyenka, Kwiatkowski y Nieve, que con su paso redondo redujeron el pelotón a un grupo de 15 antes del último ascenso.

La intención del fuerte paso era evitar que prosperara cualquier fuga y descolgar rivales importantes, reconoció el estratega del Sky, Nico Portal. “El objetivo era ganar la etapa y reforzar el liderato”, dijo Portal en declaraciones que reproduce El País.

‘Traición’ de Landa

El último de los gregarios que le quedaban a Froome en la subida final al aeródromo pirenáico de Peyragudes era el español Mikel Landa, quien llegó mejor que su jefe y salió a disputar el embalaje, en vez de quedarse a esperar al patrón.

El arranque de Landa al final fue reclamado por el director Portal, según cita El Mundo.

 

El País recuerda que antes del inicio del Tour, a Portal le advirtieron que tendría que frenar a Landa para que Froome ganara, así como ocurrió en 2012, cuando tuvo que retrasar a Froome para que Wiggins se impusiera.

El equipo lo niega, pero ya se verá en las próximas etapas de montaña si el equipo afronta bien la defensa de su líder o si las muestras de debilidad se acentúan.

A la llegada, el británico no quiso poner excusas tras ceder el maillot amarillo.

“Era una llegada muy, muy dura. No tuve piernas al final, pero queda mucha carrera todavía. Hay que felicitar a Bardet, quien ha merecido ganar la etapa y ha logrado una victoria muy bonita, y también a Fabio Aru por haber conseguido el maillot amarillo”, señaló Froome tras perder el liderato.

También admitió el triple ganador del Tour de Francia que pasó por momentos delicados cuando empezaron los ataques a 400 metros de meta, y anunció que hasta París el Tour tendrá alicientes.

“He pasado por unos momentos difíciles y no voy a poner excusas. Simplemente no tuve piernas. Ahora la general ha quedado muy apretada y vamos a tener una bonita disputa hasta París”, concluyó.

Con EFE

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