Gracias a su triunfo por 3-0 sobre Trinidad y Tobago en el estadio Rommel Fernández de la capital panameña, los canaleros se convirtieron en los únicos vencedores de la fecha, ya que Costa Rica empató con México y Honduras dividió honores con Estados Unidos (ambos partidos terminaron 1-1).
La victoria comenzó a gestarse al minuto 39 cuando Gabriel Torres tomó la pelota en el primer cuarto de cancha y emprendió una endemoniada corrida en línea recta por el centro del campo; dos caribeños le salieron al paso y no pudieron desarmarlo. En cuanto entró al área, el canalero marcó el 1-0 con un remate raso, una práctica definición.
El 2-0 cayó al 57. Fue un autogol cortesía de Carlyle Mitchell; al trinitario le faltó oficio para desviar el balón con la cabeza en lugar de anidarlo en sus propias redes.
Abdiel Arroyo sentenció el 3-0 al 86 con un riflazo desde los linderos del área.
Con los tres puntos Panamá dio un salto de calidad, llegó a diez, se instaló en el tercer puesto y su entrenador, el colombiano Hernán Darío Gómez, no debió cumplir su anuncio de renunciar si sus pupilos no ganaban.
Drama en San Pedro Sula
Jorge Luis Pinto estalló en júbilo en el estadio Olímpico de San Pedro Sula. El técnico colombiano gritó, cerró los puños y manoteó para festejar el gol con el que Honduras se puso en ventaja 1-0 sobre Estados Unidos.
Rommell Quioto anotó al minuto 28 tras colarse por el costado izquierdo y definir con un tiro cruzado dentro del área estadounidense.
Luego los catrachos desperdiciaron algunas ocasiones para asegurar el triunfo y algunos de ellos terminaron agotados por el intenso calor.
Con menos de 10 minutos en el reloj, al 82, Pinto decidió que era momento de cerrar el juego: desmontó la delantera con la salida de Antony Lozano y saturó la defensa con el ingreso de Johnny Palacios.
A tres minutos del ajuste, Estados Unidos encontró el 1-1 en una pelota parada, un tiro libre que el arquero Luis López desvió con apuros. La bola quedó en el área, la defensa no supo reventarla y Bobby Wood remató a bocajarro.
Para Pinto la conferencia de prensa después del juego fue un calvario. Su decisión de cerrar con línea de cinco defensas fue tachada de “cobarde”.
“Estoy golpeado, dolido”, admitió Pinto con la voz quebrada.
“Debimos haber ganado 2-0 o 3-0”, lamentó.
“Quedan dos partidos, habrá que ganar como sea”, dijo más por compromiso que por convicción y sin rastro del gozo que le había dado el gol de Quioto.
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Los ticos salvan el orgullo
En el estadio Nacional de San José, México encontró el 1-0 al minuto con un estético remate de pecho de Giovani dos Santos. El arquero Keylor Navas y su defensa Cristian Gamboa se liaron en el área chica, no pudieron despejar la pelota y el zaguero terminó de empujarla a su arco.
El ‘Tri’ se negó a ganar el juego al 67; en una descolgada de tres ofensores contra un defensor, el arquero Keylor Navas le tapó un disparo a Jesús Corona.
Navas impidió que los aztecas aseguraran la victoria con varias intervenciones. Guillermo Ochoa, el guardameta mexicano, también bajó la cortina y resistió hasta el 83 cuando Ureña salvó el honor de los locales con el 1-1.
Costa Rica pudo ganar en tiempo de compensación, pero un riflazo de Johan Venegas dejó cimbrando el palo mexicano.
Estados Unidos y Honduras están empatados con nueve puntos. Por mejor diferencia de goles los norteamericanos ocupan el cuarto lugar de la eliminatoria de la Concacaf y tienen por el momento el derecho de jugar la repesca continental contra el representante asiático: Siria.
Honduras sigue con vida, pero tiene que desahogar una pesada diferencia de goles (-7) y un cierre de eliminatoria sumamente complicado: visitar a Costa Rica y recibir a México.
Con: ESPN/AFP/EFE
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