Tanto en las semifinales contra Bucaramanga, como ahora en la final contra Santa Fe, el escenario estuvo a reventar y con un gran colorido, como pocas veces se ve.

Gabriel Camargo, máximo accionista del equipo, asegura que ha buscado todas las formas posibles para que se mantenga un buen registro de público, pero que nada funciona.

“Yo no sé qué más hacer para que la gente nos acompañe como locales. Acá se maneja una tarifa muy baja en la boletería, se organizan promociones con ‘gancho’ (dos personas con una entrada), pero aún así, el estadio permanece vacío y es injusto para un equipo que siempre es protagonista, como el Deportes Tolima”, señaló el dirigente a Q’hubo Ibagué.

A su vez, los hinchas en varias ocasiones han mostrado su descontento con Camargo, no solo por el hecho de que no sea tolimense, sino también porque según los aficionados siempre arma equipos protagonistas, pero que al final misteriosamente el equipo se entrega.

A esto, el dirigente señala que aunque no nació en la región, se siente de allí y el equipo es de las cosas que más ama y por eso ha estado vinculado a este por más de 30 años.

“Me han hecho una mala fama de cascarrabias, pero no es así. Confunden la preocupación que tengo por el bienestar del equipo, con otras cosas. Por eso me sorprende cuando dicen que vendo partidos en las finales, cuando lo que hago es cuadrar premios rápidamente para que haya una mayor motivación. El problema es que no nos han salido las cosas como pretendemos”, respondió Camargo ante las críticas.

Aparte de esto, los hinchas también señalan razones para no ir al estadio, problemas con la logística.

“Quiero manifestarles que cerraron las puertas y había gente con boleta. Además no vendieron entradas suficientes para los que querían ver el partido, teniendo espacio en el estadio. Es una falta de respeto para el hincha”, aseguró un hincha al portal El Rincón Vinotinto en agosto pasado, cuando se reinaguró el estadio con una mayor capacidad.

Otras razones, menor reseñadas por los hinchas, pero igualmente fundamentales para la falta de público son las acusaciones a barras bravas del equipo que en ocasiones han sido protagonistas de desmanes, y una falta de control de la policía ante este tipo de situaciones.

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