El periodista lanzó el texto donde recuerda la dolorosa situación del equipo brasileño en la que perdieron la vida 71 personas y en la que él se sobrevivió de milagro y también gracias a una coincidencia con el que es considerado el mejor futbolista del mundo.

El día de la tragedia, Henzel cambió cuatro veces de silla en el avión. Con su 1,90 de altura, el periodista iba a sentarse en el pasillo de la penúltima fila, pero un colega le dijo que quería ese lugar porque aparentemente ahí se había sentado Lionel Messi. Ese compañero murió, por lo que el periodista cree que el astro argentino lo terminó salvando indirectamente.

“Realmente esa cosa de Messi es muy impactante para mí”, confesó en la presentación oficial del libro en Río de Janeiro.

El artículo continúa abajo

En el escrito, el periodista hace un repaso emocional a los últimos meses: desde la euforia que le embargaba por la primera final internacional de su club, pasando por el desconsuelo de perder a decenas de amigos, hasta el día en que en la unidad de cuidados intensivos vio que debía decidir entre revolcarse en su “sufrimiento” o enfocarse en su “recuperación”.

Gracias a la fuerza y oraciones que le enviaron miles de personas a través de las redes sociales, Rafael eligió la segunda opción: empezó a hacer ejercicios de rehabilitación incluso de madrugada, a escuchar música más alegre, a creer en él y, en 40 días, estaba de vuelta a los micrófonos para narrar la nueva etapa del Chapecoense.

“Creo que mi optimismo me hizo vivir”, afirma el brasileño que añade que estar al borde de la muerte le hizo ver la vida con otra mirada y, ante un mundo acelerado y cada vez más individualista, quiso dejar por escrito su aprendizaje.

“Sólo hay una cosa que no tiene solución, que es la muerte. Y, muchas veces, conseguimos transformar problemas mínimos familiares, amorosos o profesionales en problemas gigantes. Eso no lleva a nada, las cosas poco a poco se van acomodando”, asevera el comunicador.

Estar más tiempo con la familia, disfrutar de los amigos, relativizar los problemas y vencer los miedos son algunos de los consejos que Rafael da en el libro, predicando con el ejemplo.

“Estoy aquí, humildemente, para decir que no podemos dejar que la llama se apague, que hay que aprovechar la vida. Si las personas lo interiorizan conmigo, esto me deja muy satisfecho”, concluye Henzel.

Con AFP.