Barcelona recibía a su rival de patio, Espanyol, en la penúltima fecha de la Liga, en la que igualaba en puntos al Real Madrid, que era primero por diferencia de gol. En esa jornada, los merengues enfrentaban al Zaragoza de visitante, quinto clasificado hasta el momento.

Era el minuto 89 y Barcelona vencía 2-1 (con gol de mano de Messi incluido) y el Madrid empataba 1-1. Así las cosas, los dirigidos en ese tiempo por Frank Rijkaard se ponían primeros de la Liga y en las gradas se escuchaba el coro de los aficionados: “¡Campeones, campeones!”.

Pero en ese fatídico minuto 89 de ambos partidos se marcaron dos goles con apenas 18 segundos de diferencia. Primero lo hizo Rud Van Nistelrooy para el Madrid, que colocaba el marcador 2-2. Luego, el encargado de cambiar la historia de la Liga fue Raúl Tamudo, quien anotó el segundo de los canarios en Camp Nou.

De ahí en adelante se le conoce a esa noche como ‘El Tamudazo’, en honor al hombre que no solo marcó el segundo, sino también el primero. Goles que a la postre significaron que su eterno rival perdiera la Liga.

Con la igualdad en ambos estadios, Real Madrid volvía a asumir el liderato, pues igualaban en puntos (73), pero tenía mejor diferencia de gol que el Barcelona. En la última fecha el Madrid derrotó 3-1 a Mallorca y los catalanes 5-1 al Gimnástic, resultados que coronaron a la casa blanca, algo que no se olvida en la ciudad de Cataluña.

Este domingo se vuelven a enfrentar Barcelona y Espanyol en una situación casi idéntica. Penúltima fecha de una Liga que está en juego, pero con otro protagonista: Atlético de Madrid. El equipo de Simeone iguala en puntos con Barcelona (85), pero está segundo por encuentros entre sí. El Madrid es tercero con 84, esperando que suceda lo mismo de hace 9 años.

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