Debido a la exclusión de los equipos de atletismo y halterofilia, además de casi todos los remeros, sólo 286 deportistas rusos participaron en Río.

No obstante, Rusia quedó en cuarto lugar en Río 2016 con 56 preseas (19 oros, 18 platas y 19 bronces). Por este resultado, el gobierno de esta nación, en cabeza de su presidente Vladímir Putin, obsequió a cada deportista un BMW X6 de color blanco adornado con la simbología olímpica.

Esta no fue algo extraordinario, pues  los carros de esta marca, que estaban esperando a sus nuevos dueños en la mismísima Plaza Roja junto a los muros del Kremlin, sustituyen a los Audi y Mercedes, los modelos que recibieron en anteriores ocasiones los medallistas rusos (Londres 2012 y Sochi 2014).

“En vísperas de la competición, al equipo le excluyeron un tercio de sus miembros. Se les privó de participar en aquellas disciplinas en las que Rusia es tradicionalmente favorita. Con todo, no os rendisteis, luchasteis y ganasteis”,  dijo Putin durante la ceremonia oficial donde se premió a los  atletas.

Este presidente, quien es  un gran aficionado al judo, entregó la Orden de Honor a los campeones olímpicos en gimnasia artística, lucha grecorromana, esgrima y nado sincronizado. “A pesar de que tuviste que experimentar duras pruebas, mostraste un gran maestría, una gran capacidad de lucha y confirmaste el sólido lugar de Rusia en el mundo del deporte”, agregó el mandatario.

Con información de EFE.

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