El pasado domingo, en el Estadio Olímpico de Roma, los ‘ultras’ del Lazio mostraron imágenes de Ana Frank con la camiseta de la Roma, el gran rival de la ciudad.

Estos mismos hinchas dejaron numerosas pegatinas, especialmente en los baños, con la misma ilustración.

La comunidad judía de la capital de Italia reaccionó de inmediato, explicando que “eso no es fútbol, no es deporte”.

“Dejad el antisemitismo fuera de los estadios”, añadió el lunes Ruth Durghello, presidenta de la comunidad judía de Roma. El ministro de Deportes Luca Lotti denunció estos actos “muy graves”.

Este martes, el presidente de la República Sergio Mattarella se dirigió al ministerio del Interior Marco Minniti para asegurarse de que los responsables serán indentificados y “definitivamente excluidos de los estadios”.

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Utilizar la imagen de Ana Frank “como signo de insulto y de amenaza, además de inhumano es alarmante para nuestro país, que sufrió hace 80 años el contagio de la crueldad del antisemitismo”, señaló en un comunicado Mattarella.

En medio de esta tormenta, el presidente del Lazio Claudio Lotito acudió este martes a la sinagoga de Roma para depositar un ramo de flores.

“La mayor parte de nuestros aficionados está con nosotros y contra el antisemitismo”, expresó.

El directivo del club romano tomó la decisión de anunciar que cada año organizará un viaje para que 200 jóvenes aficionados conozcan el campo de concentración y exterminio de Auschwitz, donde Ana Frank fue deportada.

La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) anunció además un minuto de reflexión sobre la Shoah, con la lectura el próximo fin de semana de un extracto del célebre diario de Ana Frank, la joven escritora judía fallecida en 1945 con 15 años, que detalló su vida en Ámsterdam durante la ocupación nazi en la II Guerra Mundial.

La lectura de su diario se celebrará en cada partido de las Series A, B y C, además de en las categorías inferiores y en los partidos de aficionados.

Con información de AFP.