Eduardo Pimentel, abierto opositor del presidente Santos y del proceso de desmovilización de las Farc, aseguró en entrevista con Gol Caracol que “la Dimayor es un ente absolutamente privado e independiente y que toma sus decisiones en Asamblea”.

Desde su posición como directivo del Boyacá Chicó, considera que “el fútbol debe mantenerse ajeno a esas circunstancias relacionadas con las Farc” y dice que el presidente de la Dimayor, Jorge Perdomo, no tiene ninguna autorización para hablar con alguien del Gobierno o de las Farc sobre el tema del supuesto equipo.

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Ante el interrogante de Gol Caracol de por qué no abrirle la posibilidad a esa agrupación para que se incorpore al balompié profesional, Pimentel respondió:

“Porque tendríamos entonces que darle espacio a los equipos de los paramilitares, del ELN, de los partidos políticos y de otros más. Soy reiterativo que el fútbol y la Dimayor son entes privados. Ese tema no aglutina para nada y generaría rechazo dentro de la gente del común que tanto quiere nuestro balompié”.

En su cuenta de Twitter, el exfutbolista y ahora directivo considera “gravísimo” que Perdomo esté asistiendo a supuestas reuniones clandestinas con las Farc para negociar su entrada al fútbol.

“El fútbol es una entidad privada en la cual no permite injerencias del Gobierno, ni mucho menos presiones de grupos terroristas y asesinos”, subraya Pimentel en la red social.

El presidente de Dimayor reconoció hace unos días en Blu Radio que recibió una comunicación oficial de las Farc, donde la agrupación expresaba su interés por integrar el fútbol profesional colombiano desde el torneo de segunda división bajo el nombre de La Paz FC, según un acuerdo firmado en abril entre la fundación Fútbol y Paz Construyendo País y las Farc.

De acuerdo con El Espectador, Jorge Perdomo se reunirá esta semana con el ministro del Posconflicto Rafael Pardo para tocar por primera vez el tema. El directivo de fútbol ha dicho de entrada que si se admite la participación del equipo de las Farc, esta sería como invitado, sin poder disfrutar de derechos políticos y económicos, teniendo en cuenta que una ficha en el torneo de la B cuesta entre 15 mil y 20 mil millones de pesos.  “Esto no es una piñata”, aseguró el mandamás del balompié profesional, citado por el diario.

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