Desde 2015, año en que llegó al equipo Movistar, se podría decir que Winner es el héroe anónimo detrás de los triunfos de Nairo Quintana.

Su labor es estar ahí, siempre al lado de su líder cuando lo necesite, especialmente en la montaña, terreno en el que Winner es un especialista. Cuando la carretera se empina, el nacido en Tunja, debe ponerse delante de Nairo para que este minimice esfuerzos, y cuando sea el momento ataque en solitario o se defienda de los embates rivales.

Uno de estos acompañamientos de oro para Nairo lo hizo en el Tour de Francia de 2015, cuando abrió pista para su jefe de filas para que descontara valiosos segundos, que por momentos pusieron a temblar a Chris Froome, recuerda su equipo Movistar.

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Pero el joven de 28 años de edad, es más que un gregario de lujo para ‘Nairoman’, es su paisano y ante todo su amigo, su parcero. Juntos comparten entrenamientos en su natal Boyacá, a donde van cada vez que pueden.

Por supuesto, Winner tiene sus propias glorias. Tal vez la más importante, en 2014, cuando ganó la novena etapa de la Vuelta a España, cortando así una sequía de 7 años sin triunfos de etapa por parte de colombianos en tierras ibéricas. En esa misma versión de La Vuelta estuvo dentro del top 20.

Más allá de las carreteras, el tunjano no es un ciclista que hable mucho, pero cuando lo hace sus comentarios retumban en todo el mundo. Como lo hizo en 2016, cuando luego de realizar un gran Tour de Francia, cuando Juan Manuel Santos sacaba pecho por la gran actuación de los colombianos, Winner le recordó que ellos se hicieron a pulso, sin mayor apoyo del estado.

El ciclista boyacense es uno de los que más puede hablar de esto, pues su carrera la ha forjado en gran parte el extranjero, en el que está desde los 20 años, en 2008 cuando viajó a Europa a buscar suerte con el equipo amateur sub-23 de Italia Maltinti Lampadari, señala RCN.

Con la humildad que caracteriza su gente, desde ese momento Winner no ha desfallecido en su sueño de ser mejor cada día y demostrando que le hace honor a su nombre, que en inglés significa ‘ganador’, aunque realmente su padre le quiso poner fue Winnen, en honor del holandés Peter Winnen, ciclista afamado en los 80.

Fue un error del registrador que confundió la N con una R, pero no se trató de una equivocación, pues le dio el mejor nombre a un verdadero ganador, a pesar de que no sea siempre el que llega a lo más alto, sino el que hace todo para que su amigo se bañe de gloria.

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