Fueron ellos quienes precisamente le compraron a los 5 años el primer buzo que llevaba impreso el rostro del popular personaje de caricaturas y por el cual se ganó el apodo que ostenta desde que empezó a entrenar en los ‘semilleros’ del municipio de Envigado.

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En ‘Facebook live’ con Pulzo, el corredor antioqueño hizo énfasis en que pertenece “a una familia bastante humilde, que no tiene casi recursos económicos para una salida internacional e incluso una nacional”. Es consciente de que si no hubieran estado ahí los jefes de sus padres, tal vez seguiría compitiendo a nivel departamental, privando así a Colombia del título conseguido por él en el pasado Campeonato Mundial de bicicrós que se cumplió hace pocos días en Rock Hill, EE.UU.

Esta fue su espectacular victoria, en foto finish, luego de haber arrancado la final en el último lugar.

Su papá sigue siendo el jardinero y su madre la encargada de la limpieza general del hogar en el que ‘Goofy’ creció y aprendió a dar sus primeros pedalazos. “Yo montaba en bicicleta por ahí, haciendo locuras”, cuenta Ramírez sobre el momento en que Sergio Mejía y Adriana Saldarriaga —los patrones de sus padres que además son ciclistas de ruta aficionados— se dieron cuenta del talento que el niño tenía y decidieron apoyarlo en su formación.

La primera bicicleta que utilizó fue la misma con la que jugaba en la finca. Luego alquiló otra en los ‘semilleros’, que tiempo después pasó a ser suya. “Era bastante económica, pero fue la que impulsó todo el sueño”, recuerda Juan Camilo.

“Desde que entré a bicicrós estaba motivado. Disfrutaba mucho cada movimiento y a nivel competitivo inicié muy bien. Hasta ahora me he mantenido en la mayoría de veces en el primer puesto”

‘Goofy’ resalta los jefes de sus padres lo siguen apoyando, aunque con la llegada al equipo WÉlite, el cual es apoyado por grandes empresas nacionales, y que se fijó en su talento, surgieron otras oportunidades que “fueron como un descansito para ellos porque me habían apoyado mucho económicamente” para asistir a algunas citas nacionales e internacionales.

Sin embargo, el talentoso nuevo campeón mundial de BMX en la categoría crucero (de 15 a 16 años) cuenta que sigue participando en eventos locales “porque hay que conservar mucho la humildad, nunca debemos olvidar de dónde venimos”.

Así como ‘Goofy’, otros jóvenes se abren camino en el bicicrós a su manera, como es el caso de ‘Manicross’, un joven bicicrosista que ingresó al ‘Facebook Live’ de Pulzo para saludar a Ramírez y a los también pedalistas Samuel Zapata y María Camila Restrepo, quienes contaban que se trata de otro corredor de escasos recursos economicos que vende maní en las pistas de Medellín para subsidiar sus costos en el deporte.

Aquí el videochat completo donde los 3 corredores cuentan sus experiencias:

Raúl Gabriel Campos

Pulzo.com