Los medios explicaron que la pelea empezó cuando el entrenador del Manchester United, el portugués José Mourinho, se fue hacia el vestuario de los rivales al término del clásico para recriminarles que celebrarán con demasiado entusiasmo su victoria 1-2 en el derby del domingo en Old Trafford.

El diario The Guardian reveló que el segundo entrenador del City Mikel Arteta salió afectado de la bronca que estalló tras los reproches de Mourinho, y otros medios explicaron que otro miembro del equipo de Guardiola requirió también asistencia médica.

Según las mismas fuentes, Mourinho se encaró con el portero brasileño del City, Ederson, mientras el delantero belga del United Romelu Lukaku también tuvo un papel protagonista en el altercado.

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El Daily Mail y el Daily Telegraph aseguraron que Mourinho fue rociado con agua y leche por los jugadores del City y que fue golpeado con una botella de plástico en la cabeza.

Ni Guardiola ni Mourinho, que comparten una larga historia de tensiones y enfrentamientos que se remonta a su época de entrenadores del Barça y el Real Madrid, respectivamente, se refirieron al incidente en sus conferencias de prensa.

Por su parte, la Federación Inglesa de fútbol (FA) exigió explicaciones a ambos clubes por lo sucedido, ya que el colegiado del encuentro Michael Oliver no fue testigo del incidente y no lo reflejó en el acta del partido.

Los dos clubes tendrán hasta el próximo miércoles para presentar alegaciones.

La victoria del City, gracias a los tantos del español David Silva y el argentino Nicolás Otamendi, sentenció prácticamente la Premier League al colocar a este equipo 11 puntos por encima del segundo clasificado, el United.

Con información de AFP.

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