Por actos como el de hipotecar la casa por ellos, enseñarles a ser el número uno, o estar allí siempre, así no hayan puesto originalmente la ‘semilla’, estos padres son merecedores de un reconocimiento:

Luis Quintana, padre de Nairo Quintana:

Captura de pantalla: La Red

“El padre más orgulloso de Cómbita, de Boyacá y Colombia”, como él mismo se autodenomina, recordó al programa La Red que a los 15 años le compró a Nairo su primera bicicleta de $380 mil pesos como medio de transporte escolar. A los 2 días de tenerla, se ganó en ella su primera competencia por la que recibió $400 mil.

Menciona también que no hubo nadie que le tendiera la mano, ni le diera ni 500 pesos para una bolsa de agua para Nairo y su hermano Dáyer durante su etapa de formación. “Eso es mío”, reclama el padre del reciente subcampeón del Giro de Italia.

Carlos Mario Pajón, padre de Mariana Pajón:

Captura de pantalla: Teleantioquia

Fue quien le apostó al sueño de su hija de 4 años de montar bicicrós cuando acompañaban a Miguel, el hijo mayor a sus competencias.

Le compró la bicicleta y los implementos necesarios para disputar su primera competencia a esa edad y la subió al primer lugar de un podio que encontraron en una pista para darle esta lección que contó Mariana en ‘Destino Confidencial’ de ESPN: “Ese es tu lugar en lo que quieras hacer en la vida. Tienes que ser el número uno”.

Pajón también recortaba números uno que encontraba en revistas y se los ponía en todas partes.

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Pablo Montoya, padre de Juan Pablo Montoya:

Juan Pablo Montoya y su padre
Juan Pablo Montoya y su padre / Captura de pantalla: Win Sports

“Cualquier esfuerzo que se haga para ayudar a desarrollar el futuro de un hijo vale la pena”, dijo a la Revista SoHo después de que hipotecó su casa del exclusivo barrio San José de Bavaria para pagar las 70 mil libras esterlinas que le pedían entregar en un plazo de 8 días al piloto colombiano y poder llegar así a la Fórmula Vauxhall Lotus británica con el equipo del hijo de Jackie Stewart, su primera experiencia en el automovilismo europeo en 1995.

Pablo Montoya, que siguió acompañando a su hijo en lo que vino después como la Fórmula Cart o la Fórmula 1, señaló que finalmente pudo “deshipotecar la casa al final de la temporada con los patrocinios que conseguí gracias a los buenos resultados de Juan Pablo”.

 

Juan Carlos Restrepo, padrastro de James Rodríguez:

Foto: Antena 2

Pese a que su padre biológico fue el futbolista, Juan Carlos Restrepo fue quien estuvo ahí para motivar a James cuando iniciaba su carrera y así lo demuestra la recordada dedicatoria que el 10 le hizo recién ganó el torneo Pony Fútbol con el equipo Academia Tolimense:

“Tuve suerte y fortuna de estar con él, siempre ha estado allí, siempre me apoyó. Fue el que me apoyó para que jugara al fútbol. Me puso en una escuela. Vio que tenía talento, condiciones para poder jugar. Es como un padre y es considerado también mi padre”, dijo alguna vez en el programa ‘El Larquero de la Cadena SER.

 

Rigoberto Urán, el padre de ‘Rigo’

Rigoberto Urán y su padre

No pudo dejarle a su hijo mejor herencia antes de ser asesinado por un grupo paramilitar que el amor por la bicicleta, pese a que de niño este era el pretexto para escapar de las responsabilidades escolares y ponerse a vender en ella botellas de aguardiente vacías para conseguir dinero, recuerda Las 2 Orillas.

Don Rigoberto no lo regañó sino que le enseñó a vender chance y lotería, con la condición de que debía estudiar en las mañanas antes de graduarse del bachillerato. Empezó a notar que su hijo lo dejaba rezagado en los recorridos y lo inscribió a una escuela de ciclismo donde empezó a forjar su carrera que hoy día tiene en su palmarés una medalla olímpica y 2 subtítulos del Giro de Italia como principales logros.