“Estoy feliz por estar en la final”, dijo Nadal tras el encuentro, afirmando que “jugué un muy buen primer set, en el segundo hubo más nervios y se igualó, pero al final se ha sacado adelante, me permite jugar otra final y mantener una línea muy positiva”.

En el enfrentamiento número 50 entre ambos jugadores desde que comenzó su rivalidad en 2006, Nadal siguió demostrando la fortaleza que exhibe esta temporada en tierra batida, donde se mantiene invicto.

Nadal comenzó rompiendo el servicio de Djokovic ya en el primer juego, llegando a ponerse 4-0 arriba en el primer set.

Le bastó al mallorquín mantener su saque para ponerse 5-2 y en el último juego cerrar el set con una dejada a la que no llegó el serbio.

En la segunda manga, Nadal volvió a empezar rompiendo el servicio del balcánico, llegando a ponerse 2-0, aunque entonces se inició una tibia reacción de Djokovic.

El serbio tuvo que esperar hasta el cuarto juego para hacer su único break del partido, sólo para ver como Nadal se lo devolvía en el siguiente colocando el marcador en 3-2.

Nadal, algo más nervioso que en el primer set, gestionó su ventaja para llegar al último juego 5-4 y servir para el partido. El español levantó una bola de break antes de hacerse con el juego y su pase para la final madrileña.

Djokovic fue crítico de su juego, pero advirtió que su rival fue mucho más fuerte: “Rafa, obviamente ha sido mejor jugador que yo, merecía ganar claramente. Ha controlado el partido desde el primer minuto”.

“En el segundo set, he tenido más oportunidades, pero en general no he jugado un gran tenis”, añadió el tenista serbio, que había ganado once de los últimos doce enfrentamientos con el español.

Nadal, ganador en Montecarlo y en Barcelona, opta a un nuevo trofeo en Madrid, donde ya ha ganado en cuatro ocasiones, en 2005, 2012, 2013 y 2014.

El español se enfrentará en la última fase al ganador de la otra semifinal que disputarán el uruguayo Pablo Cuevas y el austríaco Dominique Thiem en el último partido del día.

Con información de AFP.