El británico, que este domingo festeja su cumpleaños número 29, ganó así su duodécimo título en Masters 1.000 y el segundo en polvo de ladrillo tras el logrado en Madrid el año pasado.

Precisamente en la capital de España, hace una semana, ambos habían disputado la final del torneo, pero en esa ocasión la victoria cayó del lado del serbio.

Pero este domingo, bajo una fina lluvia que cayó de manera constante, el escocés se mostró mucho más sólido que hace siete días y no dio opción a un Djokovic que parecía más cansado de lo habitual tras haber tenido un camino hacia la final en el Foro Itálico bastante complicado.

Al serbio pareció faltarle gasolina después de dos duras batallas contra el español Rafael Nadal (dos horas y media el viernes) y el japonés Kei Nishikori (más de tres horas el sábado en semifinales).

“Tratas de tener pensamientos positivos para olvidarte del cansancio, pero siempre está ahí. He tenido una semana muy larga, sobre todo los dos últimos días”, declaró tras el partido el número 1 del mundo.

A Djokovic acabó por desquiciarle el clima. Con 4-3 en el segundo set, el número uno mundial protestó ante el juez de silla: “Hace una hora que llueve, amigo. ¡No quiero jugar más! ¿Cree que no hay consecuencias? ¿Piensa que las líneas no están resbaladizas? Alguien se va a lesionar”. Pero el árbitro consideró que la cancha estaba apta para jugar.

djokovic protesta
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Por entonces, el británico ya tenía un set y un ‘break’ de ventaja. Murray volvió a romper el servicio del rival, después de que Djokovic cometiese dos errores no forzados y una doble falta, y ya nada pudo frenarle.

El escocés remató el partido con un soberbio revés cuando el punto parecía tenerlo perdido.

Es la primera victoria en la capital italiana para Murray, que de esta manera demuestra sus progresos realizados en tierra, donde ya había sido finalista en Madrid y semifinalista en Montecarlo.

Una semana después de romper con su entrenadora, la francesa Amélie Mauresmo, el británico no ha perdido ni un solo set en Roma, basando su juego en un servicio muy efectivo, además de sus armas habituales, lo que lo convierte en uno de los candidatos a la victoria en Roland Garros.

Con información de AFP