Desde el final de la pasada temporada, los nuevos propietarios no se han puesto límites para convertir a su equipo en uno de los grandes actores del mercado para la nueva temporada.

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Al menos en el mercado de fichajes, el Milan está recuperado su brillo del pasado.

El club lombardo ha fichado ya a siete jugadores codiciados en el mercado de traspasos, entre ellos el internacional turco Hakan Calhanoglu (Bayer Leverkusen), el portugués André Silva (Oporto) o el defensa central argentino Mateo Musacchio (Villarreal).

Y un ‘top player’ como es Bonucci, reciente finalista de la Liga de Campeones con la Juventus, que llegó este viernes.

AFP

¿Cómo explicar el atractivo del Milan, que vaga por la mitad de la tabla desde hace cuatro temporadas (6º en 2017, 7º en 2016, 10º en 2015 y 8º en 2014)? El equipo rossonero no disputará en la nueva campaña la Liga de Campeones e incluso tendrá que pasar por dos rondas de clasificación para poder disputar la fase de grupos de la Europa League.

Pero más allá de su coyuntura complicada, el Milan sigue siendo el Milan, un club histórico que es segundo en número de títulos de campeón de Europa, con 7, sólo superado por los 12 del Real Madrid.

Imposible olvidar nombres legendarios que pasaron por allí como los holandeses Marco Van Basten y Ruud Gullit o los italianos Paolo Maldini y Franco Baresi, sin olvidar al ucraniano Andrei Shevchenko, entre otros.

La Serie A tuvo una media la pasada temporada de 2,95 goles por partido, lo que la convierte en la gran liga con más tantos de Europa, por delante de España. Pese a la crisis, sigue siendo un campeonato con atractivo para los jugadores.

Solidez en cuestión

Los nuevos propietarios del club, y especialmente su presidente chino Li Yonghong, tienen ambiciones muy altas para el Milan, especialmente pensando en regresar a la Liga de Campeones para la temporada que comenzará en 2018. Eso pasará por una gran Serie A en la nueva temporada 2017-2018 o por un título en la Europa League.

El principal interrogante es la solidez financiera de los nuevos propietarios del club, que durante 30 años tuvo como mandamás al exjefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi.

Li Yonghong se vio obligado a recurrir al fondo de inversión estadounidense Elliott para renir la suma necesaria para la compra del club, y a un préstamo de 300 millones, que genera dudas sobre la auténtica capacidad financiera de los nuevos propietarios.

Marco Fassone, administrador delegado del club lombardo, asegura que todo está bajo control.

“Teniendo en cuenta las importantes inversiones, la temporada 2017-2018 supondrá de nuevo pérdidas significativas y el señor Li hará frente a ellas con un aumento del capital”, dijo recientemente en una entrevista al Corriere della Sera. “La adquisición del Milan costó más de 1.000 millones. Me parece difícil pensar que eso pueda hacerse sin sustento financiero”, apuntó.

Según la prensa italiana, el club tiene que presentar antes de final de año su proyecto a la UEFA para llegar a un acuerdo sobre el ‘fair-play financiero’, que prohíbe a los clubes endeudarse demasiado. La web especializada Calcio e Finanza afirma que el Milan cerró las tres últimas temporadas con grandes pérdidas financieras, de 75 millones de euros nada más que en el último ejercicio.

En ese contexto, no clasificarse para la lucrativa Liga de Campeones sería un golpe deportivo y un desastre económico.

Fassone afirmó que su “trabajo es únicamente el de hacer que la inversión no se vea dañada por un resultado que no llegue”. Pero tuvo que reconocer que “si nos perdemos la Liga de Campeones dos años seguidos, tendré algunos problemas más”.

Con AFP