El fanático se llamaba Billy Sianis, dueño de la taberna ‘La cabra de Billy’. En una de las versiones que hay sobre la leyenda, sí entró al estadio con el animal, que tenía por nombre Murphy, pero fue sacado por el fuerte olor que emanaba, recuerda CNN.

Entonces, las palabras de Billy fueron:

Los Cachorros no ganarán nunca más. Los Cachorros nunca ganarán la Serie Mundial hasta que no le permitan a la cabra ingresar a Wrigley Field”.

Crean o no en el maleficio, lo cierto ese año ese equipo de béisbol perdió el campeonato después e ir ganando la serie 2-1. Asimismo, desde 1946 las temporadas de la novena de Chicago son un cúmulo de desgracias que sirvieron para alimentar la leyenda.

Sam Sianis, sobrino de Billy y nuevo propietario del bar, ha hecho de todo para quitar la maldición, desde exorcismos hasta llevar a la descendiente de la cabra al estadio y desfilar con esta en una alfombra roja, pero nada ha servido.

En 1984, el maleficio parecía terminar cuando los Cachorros volvieron a una final de la Liga Nacional, después de casi cuatro décadas, y en la Serie Mundial iban arriba 3-2. Sin embargo, pudo más la presión, y la novena de la ‘Ciudad de los vientos’ volvió a perder, registra The Star.

El tiempo pasó y los de Chicago se acostumbraron al antirécord de más años sin ganar una Serie Mundial, desde 1908. Pero una nueva luz apareció en este 2016, después de que los Cachorros quedaran campeones de la Liga Nacional y llegaran a la Serie Mundial después de 71 años.

Por supuesto, en esta nueva oportunidad en que se jugaban el campeonato contra los Indios de Cleveland, los aficionados imploraban que dejasen entrar a la cabra (‘let the goat in’) y hasta Sianis volvió al estadio con el animal.

Las súplicas dieron frutos este miércoles y los Cachorros, en Cleveland, rompieron la maldición y ganaron la Serie Mundial 108 años después.

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