“Siempre mantuve la alegría, sabía que era un momento que tenía que vivir para recoger después los frutos de ese sufrimiento; tenía que ver cómo el trabajo no era retribuido con resultados y era duro”, aseguró el delantero a la televisión del club después del gol logrado en la ida de la semifinal de Copa del Rey ante el Leganés (1-1).

Muriel señaló que “marcar este tipo de goles y saber que lo está haciendo bien, te da confianza y felicidad”, y recordó que en los momentos difíciles que ha vivido desde que llegó el pasado verano a Sevilla procedente de la Sampdoria italiana se refugió en su mujer y sus hijas.

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“Con mi familia intentaba desconectar, pero los pensamientos negativos también me condicionaban a la hora de entrenar, no me reconocía en los entrenamientos, quería demostrar pronto por qué me ficharon y cometía errores que no eran míos, que no eran propios de mí”

Añadió que trabajó psicológicamente para revertir esa situación y que, además, influyó positivamente la llegada al Sevilla, en sustitución del depuesto Eduardo Berizzo, de Vincenzo Montella, quien desde que llegó le pidió “que fuera fuerte, que sabe que soy muy bueno y que tenía que hacer veinte goles”.

Indicó que el italiano, con el que coincidió en el Calcio, le explicó que “en esta liga hay más espacios” y que puede “aprovecharlos para hacer muchos goles”; y pese a su evolución, Muriel reconoció que aún puede dar más de sí porque está “al sesenta o setenta por ciento”.

Esta fue la entrevista con el canal oficial del Sevilla:

Con información de EFE