La jornada va entre Escaldes-Engordany y Revel, pasando por el punto de más altitud de esta edición, el Port de Envalira, a 2.408 metros, un terreno donde ni Nairo ni Chris Froome son los llamados a ganar.

Para el analista Álvaro Queve, de Road and mud, es el belga Jan Bakelants quien podría quedarse con la fracción, pues correrá “en un terreno que le favorece más que en jornadas anteriores”.

Además de él, otro belga: Greg Van Avermaet, quien “si ha sido capaz de recuperar fuerzas tras aferrarse estos días con uñas y dientes al amarillo, puede ser otro de los hombres llamados a pelear por la etapa, y así repetir triunfo”.

Entre los candidatos también está el alemán John Degenkolb, a quien Bicycling también maneja como favotiro: “El acabado a la etapa 10 es perfecto para un piloto que puede sobrevivir a la subida tarde y aun así ganar un pequeño grupo en el sprint”.

La ascensión será larga pero no excesivamente complicada (22,6 km a 5,5 %). El largo descenso al Ariege, el departamento francés fronterizo, conducirá a Ax-les-Thermes (km. 58).

A continuación, el pelotón se dirigirá a Revel, donde los corredores completarán un circuito de 11,5 km cerca del lago de Saint-Ferréol.

El pequeño puerto de Saint-Ferréol (1.800 metros a 6,6 %), a 7 kilómetros de la meta, ofrecerá una última oportunidad a los aventureros.

La última vez que la Grande Boucle pasó por esta zona, el kazajo Alexandre Vinokourov se escapó en esta subida, para alcanzar la meta con una pequeña ventaja sobre el pelotón.

Desde 1966 la pequeña ciudad de Revel (9.800 habitantes), conocida por sus muebles, ha recibido 8 llegadas del Tour de Francia.

La salida de la 10ª etapa en Escaldes-Engordany será a las 10h30 GMT (salida real a las 12h35), con la llegada a Revel prevista a las 15h13 GMT (previsión de 42 km/h de media).

Con información de AFP.

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