Además de su imparable rendimiento en la liga inglesa, el City sumó buenos resultados en la Copa y en la Copa de la Liga, donde había saldado con éxito cada uno de sus compromisos.

Su único revés del curso hasta ahora llegó en el Allianz Arena de Múnich, donde cayó frente el Bayern el pasado 6 de diciembre (2-1) cuando ya tenía asegurada su clasificación como primero de grupo.

Pero en Anfield no pudo esconder su inferioridad ante un rival más motivado, desatado tras el descanso. Y eso que en la primera parte el Manchester City se mostró superior a partir del minuto 9, cuando el Liverpool se puso por delante con un tanto de Alex Oxlade-Chamberlain.

El City reaccionó con la autoridad del líder. Cercó el área local y encontró premio al borde del descanso, tras un pase medido de Kyle Walker a Leroy Sane, que se adentró en el área, se deshizo de su marcador y batió a Loris Karius por el primer palo.

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Pero todo cambió tras la reanudación. Los ‘reds’ salieron con mayor ambición y desarbolaron a un rival hasta ahora inabordable.

Antes de la hora de juego llegó la avalancha local. En el minuto 59, un pase de Alex Oxlade Chamberlain a Roberto Firmino realzó las virtudes del atacante brasileño, que se hizo fuerte ante su defensor y soltó un disparo que sorprendió a Ederson.

Dos minutos después pudo llegar el tercero, con un tiro a un palo de Sadio Mané, que no marró su siguiente ocasión. Fue en el minuto 61, cuando aprovechó una asistencia del egipcio Mohamed Salah para enviar la pelota a una escuadra.

La avalancha local no terminó con ese tanto. En el minuto 68, un mal despeje de Ederson terminó con el balón en los pies de Salah, que había iniciado la acción. Con el portero descolocado, firmó un tiro bombeado que alcanzó la red.

El castigo pudo ser mayor para el Manchester City, que, sin embargo, acortó distancias a seis minutos del final. Una pelota rebotada dentro del área llegó a los pies de Bernardo Silva y éste disparó a gol.

El City tiró de orgullo en el tramo final y en el primer minuto del tiempo añadido puso el 4-3 en el marcador con un gol del alemán Ilkay Guendogan que devolvió el aliento al cuadro de Pep Guardiola, al que le faltó tiempo para completar la heroicidad.

Con EFE